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POLÍTICA

El productor de soja en Argentina gana 5 veces menos que en Brasil o Uruguay

La soja es uno de los productos que más exporta la Argentina al mundo, sin embargo, el Estado castiga a los productores.

Argentina

El Gobierno nacional le sigue pidiendo al campo que liquide la cosecha para que el Banco Central pueda acumular reservas y frenar la corrida cambiaria. Sin embargo, hoy un productor de soja en Argentina cobra por tonelada 48.000 pesos, es decir, 144 dólares, cuando en Uruguay, Brasil, Paraguay y Estados Unidos, los productores ganan 5 veces más vendiendo la misma cantidad. Esto se debe principalmente a los impuestos y la pesificación a un cambio de dólar que no es rentable.

«El campo no tiene incentivos para que su producción sea cada vez más grande y más potente ¿Cuánto se le paga a un productor agropecuario por la tonelada de soja en comparación con los países de la región y Estados Unidos? El argentino cobra 144 dólares por tonelada, USD512 un uruguayo, el brasileño USD510, el paraguayo USD498 y un estadounidense USD530», indicó la periodista que presentaba la noticia en La Nación+.

«48.000 pesos recibe hoy un productor argentino por una tonelada de soja, porque lo cambia al precio del dólar mayorista ($130) que es el más bajo de todos. Compra a dólar blue los insumos como los herbicidas, las semillas y todo lo que necesita para sembrar en octubre o noviembre y cosechar en abril o marzo. Hay una distorsión absoluta y al final cobra el precio más bajo de la región», comentó la cronista.

«Es gravísimo y les cuento como último dato que Paraguay está por obtener la calificación más alta para las inversiones», agregó la conductora del programa, María Laura Santillan. «Hay que sacarle toda la mochila de los impuestos y regulaciones al que produce y trabaja. El Estado le complica la vida a la gente», afirmó el intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel.

«Ganaría mucho más el Estado, si el campo pudiera producir el triple», indicó la comunicadora que trajo el tema al estudio. Luego Iguacel completó: «El Estado no importa, es la gente lo que importa y que haya más trabajo. En Capitán Sarmiento no se paga derecho de construcción, patente de motos… sacamos 120 impuestos y regulaciones, porque era una locura habilitar un negocio».