El mercado de pases de San Lorenzo señala que sólo pudo captar a cuatro jugadores y lo hizo con pocos recursos. Ya que su economía no le permite realizar enormes gastos. Uno de los refuerzos fue Gonzalo Maroni que llegó desde Boca pero que podría marcharse dentro de poco. ¿Qué pasó? ¿Tan solo un mes va a durar su estadía?
«Si vienen tienen que ser buenos jugadores que nos den condiciones, si no prefiero afrontar la campaña con los de ahora, esa es la realidad. Cuando vas jugando y compitiendo ahí se va viendo lo que tenés y el potencial que hay», expresó hace unas semanas Rubén Darío Insúa en TyC Sports. Y estas palabras no pasaron desapercibidas.
Porque en el mediodía del martes se conoció que el entrenador le manifestó a Gonzalo Maroni que nunca lo había pedido. Su incorporación se trató de un arreglo entre Matías Caruzzo, manager de San Lorenzo, y el Consejo de Fútbol de Boca. Por lo tanto, la falta de oportunidades se encuentra alentada debido a la poca consideración que se tiene en los servicios del futbolista.
En consecuencia, por más que parezca algo insólito, el volante analiza seriamente la posibilidad de irse del Ciclón. Hay que recordar que su incorporación se realizó por 18 meses, sin cargo y opción de compra. Además, Boca había colocado una cláusula de repesca en caso de que el jugador exponga un rendimiento que genere un atractivo del cuerpo técnico de Hugo Ibarra.
¿Por qué sucede esto? La intención de Rubén Insúa siempre fue apostar a los juveniles de las inferiores en caso de no poder encontrar un refuerzo que tenga algo distinto para aportar. Por otro lado, sus intenciones estaban enfocadas en sumar un delantero. El apuntado fue Martín Cauteruccio, sin embargo Aldosivi lo declaró intransferible y buscará renovarle su contrato.