En noviembre del 2000, Boca le ganó al Real Madrid por 2-1 y se consagró campeón de la Copa Intercontinental de aquel año. El título más importante de la historia del Xeneize tuvo a Martín Palermo como una de las grandes figuras, tras convertir los dos goles del equipo. Ahora, más de dos décadas después, el «Titán» reveló una historia inédita: qué le dijo el árbitro instantes después del final del partido.
«Teníamos un equipo enfrente muy poderoso, con jugadores a nivel mundial importantísimos, pero nosotros estábamos muy seguros, muy convencidos de lo que nos jugábamos», recordó Palermo en su charla con TyC Sports. «En el túnel estábamos a cara de perro, no había sonrisas, se sentían los tapones en el piso y ellos tomaron el partido más tranquilo. Salimos a comerlos desde el primer minuto», agregó.
«Había un deseo generalizado de cada uno de seguir haciendo historia, lo que habíamos logrado en Copa Libertadores y torneo local no nos alcanzaba», señaló Martín. Y ahí contó cómo fue su diálogo con el colombiano Óscar Ruíz: «El árbitro me dijo algo como ‘No te das cuenta de lo que hiciste’ y la verdad que en el momento fue tan rápido que ponerme a pensar todo lo que iba a generar esos dos goles en el después, en ese momento ni me imaginaba lo que había hecho».
Los festejos de aquel título
¿Qué dijo Carlos Bianchi en plenos festejos en los vestuarios del estadio en Japón? Palermo reveló cuál fue el mensaje del Virrey: «En los festejos estábamos en el hotel celebrando, bailando, algunos subidos a las mesas, y en un momento se paró Carlos y dijo que disfrutemos del momento, que festejamos mucho, pero había que volver a pensar en el próximo partido, que era con San Lorenzo».
«Ganamos ese partido con San Lorenzo con pase de Román y definición mía. Con Román era marcar un pase o un movimiento al espacio y él a donde vos le marcabas, la pelota estaba ahí puesta», dijo también el «Titán». Y cerró: «En ese momento era el mejor del grupo, si no hubiésemos estado así, no se lograba lo que se logró. No hubo un pedido de nada de parte mía, ni enojos ni peleas. Con el tiempo la relación fue distinta» .