Martín Palermo quedó en la memoria de todos los hinchas de Boca no solo por ser el máximo goleador histórico del club de la Ribera. También por la calidad y jerarquía de esas conquistas en los arcos rivales. De hecho, el «Titán» es uno de los grandes protagonistas de los Superclásicos ante River que le tocó jugar. Y por eso ahora eligió su mejor gol frente al máximo rival, aunque su respuesta sorprendió a todos.
Cuando le preguntaron, optó por el primero de todos los que le hizo al Millonario: «En el último partido de Diego en el Monumental ganamos 2 a 1 y Diego sale en el entretiempo y hago el 2 a 1, que fue mi primer gol en un clásico y el sentir esa conexión con el hincha. En un clásico hacer un gol y ganar te deja directo con el hincha». «El más especial fue el de después de mi lesión, el partido en Copa Libertadores por cuartos de final», aclaró.
En su charla con TyC Sports, dio más detalles del famoso «Muletazo»: «Ese pase que me da Sebastián Battaglia, que controlo y veo que ningún jugador de River me salió a marcar y tuve tiempo de girar, buscar el palo abajo de Bonano y definí». «Ese fue el más especial por lo que significó, lo recuerdan el 24 de mayo el Muletazo. Muy pocas veces en un partido sentí cómo se movía la Bombonera», sostuvo.
Los mejores goles de Palermo según él mismo
En cuanto a la calidad de los goles, Palermo mencionó que muchos se le vienen a la mente a la hora de elegir. «Varios. Está mi gol con Estudiantes a River con la derecha de afuera del área. A Banfield de chilena. A Atlas, el tercero de picadita. Otro a Gimnasia de Jujuy que engancho hacia adentro y le pegó combado y entró en el ángulo del segundo palo», manifestó el «Titán».
«Otra a Rosario Central con Estudiantes afuera del área y de volea y de mitad de cancha a Independiente. También con Estudiantes a Unión medio de chilena, dentro del área, me acuerdo que Marcelo Yorno el arquero. Después el de cabeza a Vélez es distinto, no pasa siempre», sentenció. A lo largo de su carrera, Palermo se destacó no solo por hacer muchos goles sino por sorprender a propios y extraños con esas conquistas.