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ESPECTÁCULO

«Me encerré y no paré de llorar»: Sergio Lapegüe reveló cuál fue la cobertura más difícil que realizó

El comunicador se refirió al atentado que conmocionó a todo un país.

Sergio Lapegüe
Sergio Lapegüe

Realmente duro fue el relato que dejó uno de los periodistas más queridos y destacados de los medios de comunicación de nuestro país, como es el caso de Sergio Lapegüe. El conductor de TN y de La 100 FM estuvo presente en “Socios del Espectáculo”, el programa que Adrián Pallares y Rodrigo Lussich conducen a través de la pantalla de Canal Trece, donde habló de su profesión.  

Ante las preguntas de los integrantes del ciclo, reveló cuál fue la cobertura más difícil que tuvo que encarar. “La que más me impactó fue la AMIA. Fui uno de los periodistas en llegar, nunca había hecho móviles y debuto ahí. Los periodistas más importantes estaban en distintos momentos, era el Mundial 94 y estaban cubriendo cada uno en cada país», comenzó asegurando.  

“A mí me habían dicho ‘vos sos un periodista de segunda, algunos son de primera, vos sos de segunda’. Me lo dijeron así. Eran escalafones, escalones. De segunda no había otro para poner, entonces me pusieron a mí. Voy a debutar con el móvil… Ese fue el primero. Fue tremendo, estábamos César Masetti, Juan Micelli y yo. Cada uno en un lugar distinto, y estuvimos 10 días trabajando en vivo”, comentó.  

Contundente

Visiblemente conmocionado con este recuerdo, Sergio Lapegüe continuó dando detalles de lo que vivió. “Vos sabés que ni estudié periodismo, estudié ciencias económicas y me tocó estar. Fue impactante, porque mirá cómo me marcó que seguí yendo al Hospital de Clínicas a visitar a los que se habían salvado. Y no lloré. Cuando voy, estábamos en una nota cualquiera y le digo al camarógrafo ‘¿qué hago? No sabemos que vamos a encontrar. Me dijo: ‘vos pensá que estás viendo con blanco y negro'», sostuvo.  

“Empiezo a relatar, éramos los primeros que habíamos llegado. Y la veo a Sandra Jacobson, quien me abraza y llora. Mira y dice ‘estamos pisando un brazo’. Yo dije ‘no tengo que llorar, no tengo que llorar’. Le digo al camarógrafo: ‘Huguito, estamos pisando un brazo’. No me emocioné, llegué a mi casa, mi hija tenía un año en ese momento. No había cumplido el año, tuve cuatro días seguidos trabajando. Después, vi revistas, y vi las mismas fotos que yo había visto en vivo. Me encerré en el baño y no paré de llorar«, sentenció Sergio.