Varios incendios forestales arrasaron el martes el suroeste de Francia, destruyendo dieciséis casas, quemando 6.000 hectáreas y obligando a la evacuación de casi 6.000 personas en una zona ya afectada desde el mes pasado por grandes focos de fuego.
Francia, al igual que gran parte de Europa, está haciendo frente a olas de calor y una sequía que han provocado múltiples incendios en todo el continente en los últimos dos meses. «El fuego se ha extendido al departamento de las Landas», manifestaron las autoridades locales del departamento vinícola de Gironda en un comunicado, y añadió que se habían movilizado 500 bomberos.
En julio esta región se vio afectada por dos incendios que destruyeron más de 20.000 hectáreas de bosque y provocaron la evacuación de casi 40.000 personas. El martes también se produjeron incendios en otras zonas del país, uno de ellos en los departamentos sureños de Lozère y Aveyron, donde ya han ardido cerca de 600 hectáreas.
En España, la situación es similar. La prolongada sequía y el calor extremo han hecho de julio el mes más caluroso del país, desde al menos 1961. Los embalses españoles están al 40% de su capacidad de media a principios de agosto, muy por debajo del promedio de diez años, que ronda el 60%, según datos oficiales, replicó Reuters.
«Estamos en un año especialmente seco, un año muy difícil que confirma lo que los escenarios del cambio climático han estado poniendo de manifiesto», declaró el lunes en rueda de prensa la ministra de Energía, Teresa Ribera, que también destacó que la sequía estaba provocando incendios devastadores.
