Boca viene de tener una actuación flojísima ante Patronato, por lo que se volvió a Buenos Aires con una derrota por 3-0 que claramente no estaba en los planes del Xeneize. Lo que tampoco estaba en los planes era que Marcos Rojo sea una baja de último momento en el equipo de Hugo Ibarra, lo que lo obligó a colocar a Facundo Roncaglia.
¿Qué fue lo que le sucedió? En el calentamiento previo Rojo sintió una molestia que rápidamente hizo saltar las alarmas, por lo que de esta manera el cuerpo técnico consideró que lo mejor era que no juegue. El primer diagnóstico indicó que lo que tiene es una contractura muscular, lo que afortunadamente no sería nada grave.
De todas maneras en Boca tomaron la determinación que Rojo se realice un chequeo médico para evaluar qué tiene realmente. En caso de que se confirme la contractura sería una lesión que le permitiría llegar al próximo partido en La Bombonera sin inconvenientes, lo que sería un gran alivio para Ibarra en todo sentido.
Rojo no solo es el capitán de Boca sino que además es una garantía en la línea de fondo, y por si fuera poco también aporta poderío ofensivo en la pelota parada. Además hoy en día el Xeneize no cuenta con muchas variantes en la última línea luego de lo que fueron las salidas de Carlos Izquierdoz y Gastón Ávila, mientras que a Roncáglia todavía le falta ritmo de competencia.
Por ahora habrá que esperar qué dictan los estudios y cuánto tiempo de recuperación le demandará a Rojo esta situación en medio de un momento donde Boca tiene muchas flaquezas defensivas. Si finalmente no llega al duelo del próximo sábado contra Platense es muy probable que Ibarra vuelva a repetir con Zambrano y Roncaglia.
