Nuevas fotos recolectadas por la policía a través de las cámaras de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires infieren que el hombre que intentó asesinar a Cristina Kirchner conocido como Fernando Sabag Montiel estaba vendiendo copos de azúcar en días anteriores junto a su novia, Brenda Uliarte. En las imágenes se puede ver la torre de algodones en la esquina del domicilio de la vicepresidenta en Recoleta.
«La PSA acaba de encontrar una imagen en las cámaras de la Ciudad de Buenos Aires de días previos al suceso y ubicó en la esquina de la casa de Cristina en Recoleta una torre de copos de algodón. Este es el indicio que hace pensar a la policía que debajo de esa torre estaba Brenda o Sabag«, comentó el periodista, Hernán Cappiello para el canal La Nación+.
«Esto hace pensar que allí estuvieron ellos observando los movimientos de la zona. Los investigadores hablan de que el circulo no se cierra con Sabag Montiel y su novia, sino que hay alguien más», indicó Cappiello y agregó: «El celular de Brenda estuvo cerca de 20 horas enchufado y después se accionó este software que rompió la clave y ahí se pudieron bajar las nuevas imágenes. El contenido del celular de Sabag Montiel fue reseteado, pero se salvó la micro sd donde estaban las fotos de él posando con el arma y otra de Brenda con el arma en la cintura».
«El grupo de amigos se dedicaba a la venta de copos de algodón de azúcar rosados. Este grupo de chicos que estaba con Brenda Uliarte y Fernando Sabag, apenas se supo lo del atentado contra Cristina, se presentaron en los canales de televisión. A la una de la madrugada estuvieron en la puerta de Crónica TV, pero no los atendieron y terminaron dando una entrevista en Telefe y allí trataron de tomar distancia», explicó el cronista.
«Luego, los amigos declararon en el departamento policial como testigos en la causa. Los elementos que brindaron pueden complicar a Brenda y Sabag. Incluso, los amigos narraron que esa noche discutieron e inclusive Brenda en un audio pareciera haber revindicado lo que estaba haciendo su novio. Ellos entregaron sus teléfonos, con lo cual, todos esos mensajes están en poder de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)», concluyó el comunicador.
