A través de una entrevista con “TyC Sports”, el Beto Márcico debatió sobre múltiples cuestiones relacionadas al presente de Boca. Para empezar, el exjugador del Xeneize compartió estas palabras sobre la figura de Juan Román Riquelme: “Sabe reconocer el ADN bostero en los jugadores. Desde que volvió a Boca, la historia con River cambió. Es creer o reventar”.
Por otro lado, también hizo referencia a su fanatismo por Boca y compartió múltiples anécdotas. Por ejemplo recordó la final de la Copa Libertadores 1977: “Toda mi vida fui hincha de Boca, desde los 12 años soy socio. Mi gran recuerdo como hincha es el viaje a Uruguay para el partido con Cruzeiro por la final de la Libertadores 1977. Cuando volví mi viejo me cagó a trompadas porque vine a los tres días y me echaron del laburo”.
Además recordó cómo se dio su llegada a la institución en 1992, cuando militaba en el Toulouse de Francia: “Fue por Boca que volví a Argentina. Otros equipos fueron a buscarme a Toulouse, pero no quise volver. Si Boca no hubiera ido a buscarme, todavía estaría viviendo en Francia”. Repasando sus números, el Beto marcó 15 goles en 154 partidos y conquistó 3 títulos con la camiseta azul y oro.
Sus problemas de Sobrepeso
Otro punto interesante de la nota tuvo como eje sus problemas de sobrepeso cuando regresó a la Argentina: “En un partido contra Rosario Central uno me gritó que parecía un termotanque de mil litros y tenía razón. Estaba un poco excedido. Era adicto a la Coca Cola, tomaba siete litros por día. En Francia estuve internado y tuve que dejarla. Desayunaba, almorzaba, merendaba y cenaba con gaseosa”.
El día que goleó a Boca por 6 a 0
Finalmente, el Beto habló sobre el día en que vistiendo la camiseta de Gimnasia le propició a Boca una histórica paliza por 6 a 0 en la reinauguración de La Bombonera en 1996: “Fue extraño ganarle 6-0 a Boca con Gimnasia en la reinauguración de La Bombonera. Hacía muy poco tiempo que me había ido. Había un penal y lo pateó yo, que lo venía haciendo, por respeto a la gente de Gimnasia, me corresponde. Aparte lo tenía al Mono (Navarro Montoya) ahí al arco y dije ‘mejor, se la mando a guardar’”.