Si bien no es algo que suceda mucho en otros ámbitos, para el mundo del fútbol es «normal» que un futbolista siempre tenga un auto de alta gama. Los altos sueldos desde los inicios de las carreras de los jugadores posibilitan que así ocurra. Por eso este martes llamó la atención ver a una de las nuevas figuras del plantel de Boca llegar al entrenamiento en remís. «Para mí es normal«, explicó.
Se trata de Luca Langoni, el juvenil que marcó tres goles en dos partidos y le dio dos triunfos al hilo al conjunto azul y oro, permitiéndole pelear por el campeonato actual. «Estoy bien del golpe, sí. Y no, al superclásico no me lo pierdo por nada del mundo, obvio. Tengo muchas ganas. Por suerte vengo bien, ayudando al equipo», dijo. «Para mí es algo normal», contestó cuando le preguntaron por el remís.
«Quiero aprovechar el día a día, tratar de mejorar. Es algo muy lindo lo que estoy viviendo. ¿Qué me dicen en el barrio? Me felicitan todos los vecinos. Estoy agradecido por todo el cariño que me están dando», reveló el jugador cuando le preguntaron por cómo vive este presente. Y contó quiénes se quedaron con sus primeros tesoros: «Las camisetas de mis primeros goles fueron para mi familia».
La despedida de Campuzano
Jorman Campuzano renovó su contrato con Boca y se fue cedido a préstamo al Giresunspor de Turquía. Este martes fue presentado en su nuevo equipo y además aprovechó para publicar una carta de despedida para todos los hinchas del Xeneize. «Muchas gracias al Mundo Boca por todo lo lindo que me brindaron en estos años, pido disculpas si en algún momento ofendí a alguno de ustedes, nunca fue mi intención», señaló.
«Me llevo lo mejor de este club y este mundo, el orgullo de poder decir que jugué en el más grande de América! Siempre me trabajé al 100 y respeté estos colores! Deseo lo mejor al club y a mis compañeros en todos los retos que vengan», aseguró el volante central. Con la explosión de Alan Varela, Campuzano perdió terreno dentro del conjunto azul y oro y tomó la opción de irse a sumar rodaje a otro país.