El sábado por la noche se vivió una noche más que histórica para el básquet y el deporte argentino en general ya que Manu Ginóbili se metió en el salón de la fama de la NBA, siendo el segundo latinoamericano en la historia en conseguir esta distinción. El ex jugador de San Antonio subió al escenario para brindar un discurso de lo más emocionante.
“Fue un largo viaje. En jugadores como yo, los logros individuales no son importantes. No estoy acá por lo que hice, sino por haber sido parte de un equipo. Los Spurs fueron uno de los equipos importantes. No lo podía creer cuando me dijeron que había sido drafteado por los Spurs. Tenía cero expectativas, no había tenido ninguna conversación y mi agente tampoco sabía que me iban a elegir”, comentó en primer lugar.
Más allá del recuerdo profesional, Manu terminó emocionándose al hablar de su familia, y más precisamente de su padre. A mis hermanos: gracias por aclararme el camino, gracias por la inspiración, me empujaron de chiquito porque yo quería ser como ustedes. Cómo me hubiese gustado que estuvieras acá y puedas entender lo que hoy está pasando. Mi primer fiel y más grande seguidor. Te extraño mucho, viejito”, dijo entre lágrimas.
Por problemas de salud Jorge Ginóbili, papá de Manu, no pudo estar con él en la ceremonia que se llevó a cabo en Estados Unidos. Quien sí estuvo a su lado fue su mamá, a quien también le dedicó unas palabras. “Mamá, sé que estás mirando por ahí, me llevó tres hijos varones entender el sacrificio que hiciste por nosotros durante tanto tiempo”, expresó.
Por último Manu les habló a sus hijos quienes también estaban presentes. “Many, Luca, Dante y Nico: si tengo que elegir un momento para detener el tiempo es todo el tiempo que viajamos juntos y las cosas que hicimos. Gracias por todo. Amo lo que somos y amo lo que ustedes son”, concluyó para luego ser ingresado de manera oficial en el Salón de la Fama.
