En Irán, las protestas por la muerte de una joven mientras se encontraba detenida por la policía continuaron en diferentes ciudades. Según un grupo de derechos humanos, al menos 83 personas habían muerto en casi dos semanas de manifestaciones en Medio Oriente.
Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida en Teherán por «vestimenta inadecuada» por la policía de la moral, quienes hacen cumplir el estricto código de vestimenta de las mujeres de la República Islámica. Su muerte ha desencadenado la primera gran muestra de oposición en las calles de Irán. La anterior, fueron las grandes protestas contra el aumento del precio del combustible en 2019, informó NA.
«Se confirma que al menos 83 personas, incluidos niños, han muerto en las protestas de Irán», anunció el grupo Iran Human Rights, con sede en Noruega. Durante las marchas, los manifestantes pedían la caída del orden clerical en Teherán, Qom, Rasht, Sanandaj, Masjed-i-Suleiman y otras ciudades.
La televisión estatal informó que la policía había detenido a un gran número de «alborotadores», pero sin dar cifras. Varios grupos pro derechos humanos dijeron que decenas de activistas, estudiantes y artistas habían sido detenidos. El Comité para la Protección de los Periodistas manifestó que las fuerzas de seguridad habían detenido al menos a 28 periodistas hasta este jueves.
El presidente Ebrahim Raisi manifestó que los disturbios eran el último movimiento de las potencias occidentales hostiles contra Irán desde su revolución islámica en 1979. «Los enemigos han cometido errores de cálculo frente al Irán islámico durante 43 años, imaginando que Irán es un país débil que puede ser dominado», expresó el mandatario en la televisión estatal.
