Carlos Bianchi llegó a Boca como director técnico en el año 1998. Y ahí el club de la Ribera vivió un cambio histórico en el que el equipo atravesó su época más importante. ¿Cómo fueron los comienzos de aquel ciclo? Julio Santella, preparador físico de aquel cuerpo técnico del «Virrey», reveló qué les dijo el entrenador a Juan Román Riquelme, Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto ni bien llegó.
En una entrevista concedida al Diario La Nación le preguntaron al «profe»: «¿Es cierto que Bianchi les dijo de entrada a Riquelme, Guillermo y Palermo que serían titulares todo el campeonato?». Y él corroboró esa historia. «Sí, es cierto. Había cosas que él adelantaba al jugador para demostrarle confianza. Lo hacía seguido«, manifestó sobre el inicio de aquel tridente histórico para el fútbol argentino,
«Carlos armó bien el andamiaje defensivo y después Riquelme, Guillermo y Palermo tuvieron un año excepcional, definían todo. Para Palermo fue muy importante tener de técnico a Bianchi. ‘Erraste uno, no te hagas problema’, lo tranquilizaba, y no se lo decía cualquiera, sino un tipo que había metido dos millones de goles», agregó Julio. «Bianchi captó rápidamente cómo había que usar a Palermo para que fuera el gran goleador del equipo y del campeonato», sostuvo.
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Para Santella, aquel comienzo de Carlos Bianchi en Boca fue el mejor augurio para todo el éxito que llegó después. «El otro día estaban pasando unos partidos de esa época por la tele y vi un rato: ¡cómo jugaba Riquelme! Porque además de todo, ¡lo que corría! Y después, Carlos siempre observaba las inferiores e iba subiendo a jóvenes para mecharlos, mirando más allá, como a Burdisso, Battaglia y tantos más», afirmó.
Eso sí, Santella aclaró que Bianchi nunca prometió que iba a ganar la Copa Libertadores del 2000, que fue clave para el club. «Jamás me hizo ese tipo de comentarios, ¿para qué iba a andar echando más leña, si sabés que hay que ganar? Si se transforma en obsesión no es positivo. Hizo al revés, en vez de llenarse la boca hablando de eso, el tipo siempre estaba tranquilo y le daba seguridad al jugador», mencionó.