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ESPECTÁCULO

«Un neuropsiquiátrico»: Matías Alé decidió revelar todo lo que atravesó

El artista no dudó en referirse a uno de los momentos más complicados de su vida, y se mostró tajante.

Matías Alé
Matías Alé

Se quedaron todos con la boca abierta y sin poder creerlo. Todo sucedió en Podemos Hablar, el programa que lleva adelante Andy Kusnetzoff a través de la pantalla de Telefe. Allí, Matías Alé hizo referencia a lo que ocurrió hace algunos años, cuando sufrió un brote psicótico por el que debió ser internado durante varias semanas.

«Me casé por civil con mi ex, pero no llegamos a la Iglesia porque yo fundí biela antes», comenzó señalando en torno a lo sucedido con María del Mar Cuello. Fue en ese momento cuando recordó todo lo que vino después. «Hoy estoy en un ocho. Podría estar un poquito mejor, pero vengo bien. Lo que me pasó, me pasó para que no me pase algo peor», lanzó.

«Paso el teléfono de mi psiquiatra más que el de mi representante», reveló Matías Alé con humor. «Me siento una especie de Gilda porque la gente me da rosarios, agua bendita, me recomiendan al padre Mario, al padre Ignacio. Andá a ver a la virgencita de Salta. Como yo creo mucho me aferro a eso. No me molesta para nada hablar de los brotes. Estaba en un evento, me contrataron para hacer la conducción, y de repente se ve que se me cambió el switch», comentó.

Delante de Andy Kusnetzoff decidió ir por más. «Yo venía en PAL-N y de repente track, se te cambia el switch. Y de la nada te crees que sos el espíritu santo. Es genial. En vez de hablar de los productos empecé a hablar de Dios. Y la gente me seguía, no es que me bajaron del escenario. A las seis de la tarde me pagaron y lo que me pagaron se lo di al seguridad que estuvo todo el día conmigo porque yo sentí que era mi ángel de la guarda. Y al día siguiente que era lunes y que también tenía que hacer la conducción no había nadie. ¡Era lunes! Y yo dije ´no estoy predicando bien… ¿Qué hago?´», apuntó.

«Y ahí empecé a predicar de vuelta. Es muy difícil perder la libertad. Yo estuve preso pero dentro de un neuropsiquiátrico. Estuve 45 días y en la segunda internación 27. Uno no se da cuenta cuando se levanta que sos libre. De lavarte los dientes, de bañarte, de venir acá. No tomás conciencia. Uno no sabe lo que es perder la libertad. No tener celular, acostarte a la hora que te dicen, almorzar a la hora que te dicen», sentenció Matías Alé.

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