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ESPECTÁCULO

Un invitado en el ciclo de Andy Kusnetzoff no pudo contener las lágrimas al contar su historia de vida

Una de las figuras decidió sincerarse frente a las cámaras y contar lo que tuvo que vivir.

Andy Kusnetzoff
Andy Kusnetzoff

Mucha emoción. Eso fue lo que se vivió el sábado en la pantalla de Telefe, en una nueva emisión de ‘PH Podemos Hablar‘. Cada semana, Andy Kusnetzoff llega con un nuevo grupo de invitados, para que compartan diferentes anécdotas de su vida. Sin dudarlo, Tomás Holder decidió pasar al punto de encuentro, y contar, entre lágrimas, lo que tuvo que vivir años atrás.

Durante la emisión del sábado, de ‘PH Podemos Hablar’, uno de los invitados fue Tomás Holder, el primer participante en dejar la casa de ‘Gran Hermano’. En un momento, Andy Kusnetzoff les propuso que pasen al frente los que tienen grabada una fecha en el calendario que los marcó para siempre. Sin dudarlo, Tomás pasó al punto de encuentro, pero primero escuchó al resto de sus compañeros.

Tras conocer la dura historia de Fabricio Cagnin, el hijo de Gilda, Tomás no pudo contener las lágrimas, y decidió contar lo que vivió con su madre, años atrás. «En 2020 mi mamá tiene un problema en el corazón… Como él (Fabricio), familia chica, mamá y todos hermanos más chiquitos. En ese momento yo tenía 19 años, estudiaba y mi mamá era el sostén de la casa, en lo económico», comenzó contando.

Luego, reveló: «Un día me llaman, que mi mamá estaba internada y que le estaba fallando el corazón. ¿Cómo le falló el corazón, si mi mamá es una mujer que entrena, que es joven? Dejo todo, voy al hospital y la médica me explica que se le había abierto un pequeño orificio en el corazón, que si entraba aire o algo se podía morir, había que operar. En ese momento, se me paralizó el mundo, porque mi mamá es mi sostén, es mi cable a tierra. Y también pensaba en mis hermanitos, que son chiquitos».

«La operan a mi mamá, por suerte sale todo bien, fue un alivio enorme… Pero, después nos cayó encima que arrancó la cuarentena, cerró todo, mi mamá tuvo que dejar de trabajar. Dije ‘bueno, listo, es momento de salir adelante yo’. No se me ocurrió otra cosa que hacer el curso de personal trainer, gracias a Dios tuve la suerte que tuve 100 clientes… Con eso pudimos vivir todo el año. Poder ayudar a mi mamá y a mis hermanos ese año, con 19 años, fue increíble», expresó Tomás Holder.