La ola de calor con temperaturas récord y escasa humedad que golpea esta semana la zona central de Chile ha agravado las condiciones de varios incendios forestales que ya han consumido más de 7.000 hectáreas, dejando decenas de hogares evacuados y la capital en alerta sanitaria por una nube de humo.
De acuerdo a la estatal Corporación Nacional Forestal (Conaf), brigadas combaten actualmente 18 incendios concentrados en las regiones centrales de Valparaíso, Metropolitana de Santiago y O’Higgins, así como un número menor en las sureñas regiones de Ñuble, Biobío, La Araucanía y Los Lagos.
Entre varias localidades de la región de Valparaíso, se registran hasta ahora unas 40 viviendas evacuadas y una decena de viviendas destruidas. Este viernes Santiago, amaneció cubierta de humo a raíz de un incendio en la cercana localidad rural de Curacaví, donde el fuego ya arrasó más de 1.700 hectáreas y entre otras medidas se está gestionando el retiro de 120 animales.
Autoridades locales emitieron una alerta por riesgo sanitario y llamaron a personas en grupos de riesgo a evitar exponerse al humo. «Este es humo producto de incendios forestales. Lo que se está haciendo es monitorear el material particulado fino y más grueso para ver cómo esto puede afectar a la salud», dijo la delegada presidencial metropolitana, Constanza Martínez, replicó Reuters.
A inicios de esta semana, el gobierno chileno dijo que coordinaba mayores recursos para controlar el avance de los incendios cuando arranca el verano austral con una ola de calor. El jueves por la tarde, en Santiago se registraron 36,7° C, un nuevo récord de temperatura máxima para este año y la tercera más alta en 111 años, reportó el servicio oficial de meteorología.
