Luego de lo que fue la culminación del Mundial de Qatar los flashes vuelven a estar en el fútbol argentino y obviamente Boca se lleva gran parte de la atención. El equipo de Hugo Ibarra ya comenzó la pretemporada mientras que los dirigentes se están moviendo en el mercado de pases para lograr la llegada de refuerzos importantes de cara al próximo año.
Durante el último tiempo el Consejo de Fútbol estuvo analizando diferentes jugadores del ámbito local para sumarlos y darle un salto de calidad al plantel que se conformó durante el último año. Si bien en la zona de ataque el Xeneize tiene muchas variantes hay un jugador que por presente y proyección a Riquelme le gustaba mucho, pero finalmente no llegará.
Uno de lo que jugadores que pretendían en Boca era Luca Orellano, una de las joyitas surgidas de la cantera de Vélez. El atacante, que se puede desempeñar como extremo por ambas bandas, mostró tener mucho desequilibrio y habilidad, cuestiones que le llamaron la atención al ídolo azul y oro. Pero finalmente es el mercado brasileño el que lo terminó incorporando.
En las últimas horas Vélez terminó de llegar a un acuerdo con el Vasco Da Gama a cambio de 4 millones de dólares por el 60% del pase, más 2 millones de dólares en objetivos. Sin dudas que es un ingreso de dinero importante para el Fortín pero además se queda con una buena porción de la ficha pensando en una venta a futuro.
Ahora Boca deberá evaluar otras alternativas en el mercado sabiendo que necesita reforzar algunas posiciones. Hoy en día las prioridades pasan por terminar de resolver las situaciones de Agustín Rossi y Carlos Zambrano, ya sea su continuidad o sus salidas, mientras que la prioridad es un marcador central luego de la lesión de Marcos Rojo.
