Este martes, Ucrania y Rusia informaron que habían intercambiado 60 prisioneros de guerra de cada bando, en el último de una serie de canjes de este tipo. El Ministerio de Defensa ruso declaró que 60 soldados liberados serían trasladados en avión a Moscú para recibir atención médica y apoyo psicológico.
«Todo está bien, vivo y bien. Pronto estaré en casa», expresó uno de los soldados. El jefe del Estado Mayor Presidencial de Ucrania, Andriy Yermak, saludó a los ucranianos que regresaban como héroes y dijo que entre ellos había decenas que habían resistido en la ciudad de Mariúpol —incluida la acería asediada Azovstal— hasta que Rusia forzó su rendición en mayo.
«Seguimos devolviendo a los defensores de Mariúpol: en la lista de los 60 de hoy hay 34 de ellos, incluidos 14 de Azovstal. Algunos están heridos y recibirán toda la ayuda necesaria en Ucrania», declaró Yermak. «Algunos de los liberados habían estado retenidos en territorio ruso y otros en Olenivka, un campo de prisioneros de guerra en la región de Donetsk de Ucrania ocupada por Rusia», agregó.
Ucrania acusó a Rusia en julio de cometer un crimen de guerra con un ataque a Olenivka que mató a decenas de prisioneros. Moscú dijo que Kiev «había disparado contra el campamento». Las dos partes han intercambiado cientos de prisioneros en una serie de intercambios en los últimos meses, informó Reuters.
Por su parte, el Kremlin manifestó este martes que coincide con Estados Unidos en la necesidad de una paz duradera en Ucrania, pero que no ve perspectivas de negociación por el momento. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que el conflicto en Ucrania terminará «casi con toda seguridad y diplomacia» y negociaciones y que es necesaria una «paz justa y duradera».
