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SOCIEDAD

«Nunca vi algo igual»: el relato de un patovica testigo del crimen de Fernando Báez Sosa

Intervino momentos posteriores a la emboscada que se originó entre Fernando Báez Sosa y los rugbiers en el interior del boliche Le Brique

Fernando Báez Sosa

El patovica y jefe de seguridad del boliche Le Brique declaró este miércoles en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 (TOC 1) de la localidad bonaerense de Dolores. Alejandro Muñoz fue testigo de la pelea que se originó entre los rugbiers y Fernando Báez Sosa, que derivó rápidamente en una paliza de todos contra uno. Dijo que “nunca” vio algo igual a cómo le pegaron al joven en Villa Gesell, a quien mataron ese 18 de enero de 2020.

“Nunca ví nada igual, era saña. Hace 20 años que trabajo de esto y nunca vi nada igual, todo patadas”, dijo quebrado por el llanto, acorde pudo saber NA. Al fuerte relato, agregó la repercusión personal que tuvo, ya que después de eso estuvo “cuatro días sin dormir”. 

La expulsión del boliche y la golpiza a Fernando Báez Sosa

El jefe de seguridad de 2,03 metros de alto incluso relató que le costó sacarlo a Máximo Thomsen del boliche luego de un incidente que protagonizó junto a su grupo y el de Fernando Báez Sosa. También recordó que tuvo que sacarlo con otro compañero por una puerta lateral. Allí, dio aviso a la policía en la puerta por el estado violento en que estaba el primero de ellos. 

Muñoz dijo que al instante lo llamaron, salió a la puerta y ahí vio “cómo se turnaban” los rugbiers para pegarle, sobre todo patadas. Incluso después que le dieron la primera, cuando “Fernando no se levantó más”. «Ávila y Gómez (compañeros suyos) me dijeron que él (Thomsen) era el que más había peleado con Fernando», agregó el testigo.

Por otra parte, señaló al de rodete (Matías Benicelli) como «el que le pegó la patada con la que Fernando no se levantó más». Cuando el hecho se traslado a la calle, Muñoz no intervino por protocolo y fue testigo de la golpiza que se estaba produciendo en la vereda de enfrente. «Los rugbiers se turnaban: unos cubrían a los amigos y otros le pegaban a Fernando», dijo.

Fernando Burlando, abogado de la familia del joven asesinado, comprendió la versión del patovica y él mismo indicó que no podría haber hecho nada. «El ataque no habrá durado más de 45 segundos y él estaba en su puesto de trabajo», indicó el representante de Silvino y Graciela, los padres de Fernando.