Fernando Burlando, abogado de los padres de Fernando Báez Sosa, habló con la prensa luego de las condenas a los rugbiers y confirmó que buscará la condena a prisión perpetua para los tres sentenciados a 15 años. Estos son Blas Cinalli, Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz, vistos como partícipes secundarios del caso y no como autores directos del homicidio.
«Entendimos siempre que una justicia contemplativa, una justicia que no atienda a las súplicas de una víctima, sino a la contemplación de la juventud de los acusados no es justicia. Vamos a apelar. Una justicia débil al momento de evaluar sentencias creo que no es justicia. Entendemos que los tres acusados que se vieron beneficiados con una condena de 15 años es nuestro objetivo de aquí en adelante que, como bien sosteníamos desde el principio, está el acuerdo premeditado. Lo que no se entiende es cómo, a estas tres personas, las benefician con la participación secundaria», profundizó.
Fuertemente custodiado y acompañado por su hermano y su personal trainer (que hace las veces de seguridad personal), el representante legal de la familia destacó que el día de hoy «es solamente el comienzo» hacia «una respuesta que acaricie el corazón de Fernando». Por eso, insistió varias veces con que la Justicia fue débil por la «clemencia» que tuvo el tribunal. «Lo que merecían los condenados eran que todos sufran un castigo acorde a su actividad dentro del crimen», cerró.
Las palabras de los padres de Fernando
Luego de la versión del abogado, los padres de Fernando Báez Sosa agradecieron a la ciudad de Dolores y al resto de las personas por el apoyo, a la vez que manifestaron un gran alivio. «Ahora hay que esperar un poco», mencionó Silvino Báez, quien recibió bien la sentencia aunque admitió que con Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi «se quedaron cortos». «Van a ir a apelar y a ir a Casación«, expresó.
Graciela Sosa expresó, por su parte, que encontró un poco de paz luego de que la propia Justicia confirmara la culpabilidad de todos los acusados. «Siento un poco de paz en mi corazón al saber que fueron sentenciados los asesinos de mi hijo», mencionó. Ambos estuvieron juntos durante toda la jornada.
Mientras los padres trataban de abrirse paso, las personas se reunieron para reclamar justicia por el joven. Además, se congregaron familiares de otras víctimas asesinadas en circunstancias similares y con casos que terminaron impunes, entre ellos, parientes de fallecidos en Cromañón. «Era necesario estar acá», dijo una de las representantes de los familiares.
También se hizo presente la tía de Brian Marcelo Garberoglio, asesinado en 2012 cuando fue interceptado por una patota a la salida de un boliche en Quilmes. «Tuvo la misma muerte que Fernando, pero están todos libres. 16 años tenía mi sobrino y fue premeditado también, porque lo corrieron 15 cuadras. Uno ya había matado y está suelto», lamentó.
