Las huelgas en las refinerías continuaban en Francia este sábado y se realizaban más manifestaciones en todo el país en medio de la ira contra el gobierno de Emmanuel Macron por impulsar un aumento en la edad de jubilación estatal sin una votación parlamentaria.
El creciente malestar, combinado con la basura que se acumula en las calles de París después de que los trabajadores de la basura se unieran a la acción, ha dejado a Macron con el desafío más grave a su autoridad desde las protestas de los llamados «Gilets Jaunes» (Chalecos Amarillos) de diciembre de 2018.
Alrededor del 37% del personal operativo de las refinerías y depósitos de TotalEnergies —en sitios como Feyzin en el sureste de Francia y Normandía en el norte— estaban en huelga el sábado, dijo un portavoz de la compañía. Asimismo, continuaban las huelgas en los ferrocarriles.
El viernes por la noche, la policía antidisturbios se enfrentó a manifestantes en la plaza de la Concordia de París, cerca de la sede de la Asamblea Nacional, y detuvo a 61 personas. La Prefectura de París prohibió el sábado las concentraciones en la plaza de la Concordia y en los cercanos Campos Elíseos. No obstante, estaba prevista otra concentración en la Plaza de Italia, en el sur de la capital, informó Reuters.
En otros lugares de París, un grupo de estudiantes y activistas del colectivo «Revolución Permanente» invadió brevemente el centro comercial Forum des Halles, enarbolando pancartas que llamaban a la huelga general y gritando «París en pie, levántate», según mostraron videos en las redes sociales. Medios franceses también mostró imágenes de manifestaciones en ciudades como Compiegne, Nantes y Marsella.
