El papa Francisco confirmó este viernes que en septiembre planea viajar a Mongolia, un país que tiene menos de 1.500 católicos, pero es estratégicamente importante para la Iglesia Católica Romana porque limita con China. Francisco habló por primera vez de la posibilidad de ir a Mongolia en una conversación con reporteros a bordo del avión papal que regresaba de un viaje a África en febrero.
En ese momento dijo que era una posibilidad, pero que «todavía no era seguro». Este viernes pareció confirmar el viaje en comentarios a ejecutivos y personal de ITA Airways, que se ha convertido en la aerolínea oficial del Papa después de que su predecesora, Alitalia, cerrara en 2021.
«Dentro de dos semanas, si Dios quiere, partiré en mi peregrinación número 41 para visitar Hungría», expresó Francisco sobre su viaje del 28 al 30 de abril al país de Europa del Este. «Luego están Marsella y Mongolia, y luego todos los demás que están en la lista de espera», agregó. El comentario sobre Mongolia fue improvisado y agregado extemporáneamente en la audiencia para el personal de ITA.
Francisco ha indicado que irá a Mongolia directamente desde Marsella, viaje que ha sido confirmado para el 29 de septiembre. En agosto pasado, el pontífice nombró al arzobispo Giorgio Marengo, un Italiano, el primer cardenal establecido en Mongolia, donde está administrador de la Iglesia Católica, informó Reuters.
El país es importante para el Vaticano porque tiene una larga frontera y estrechos vínculos con China, donde el Vaticano está tratando de mejorar la situación de los católicos en el país comunista. Mongolia, una vez conocida como Mongolia Exterior, fue parte de China hasta 1921, cuando logró la independencia con la ayuda de la Unión Soviética. Mongolia Interior siguió siendo parte de China.
