Romina fue una de las protagonistas de la última emisión de “Gran Hermano”. Aunque el reality finalizó hace dos meses, la vida de la exdiputada sigue bajo la lupa de los simpatizantes del certamen aunque también encuentra detractores que la critican por un detalle en particular: sus hijas.
Desde el principio del certamen, muchos pusieron en tela de juicio que Romina participe de “Gran Hermano” ya que no tenía la posibilidad de ver a sus pequeñas. Sin embargo, ahora que el programa terminó la Uhrig contó que siguen cuestionándola por ese tema: “Si yo estoy de un canal a otro o programa es porque estoy trabajando, y sin embargo me mandan a cuidarlas”.
“Es tremendo escuchar lo que me dice alguna gente y ya hace dos meses salí de la casa», añadió la exparticipante del programa de convivencia en «Socios del espectáculo«. Y planteó: “¿Quién no quiere ganarse una casa? No seamos hipócritas. Pero yo entré más por un deseo personal, algo que yo quería desde chiquita. Quería ser actriz, era algo que yo quería ser y ahora estoy metiéndole a la condición, ser famosa»,
El descargo de Romina cuando salió de la casa
Vero Lozano fue una de las primeras en entrevistar a la exdiputada cuando quedó eliminada del reality y allí aclaró tanto su situación sentimental como económica: “Yo entré a Gran Hermano separada y lo vi como una gran oportunidad. Quería ver cómo me iba. Yo lo consulté con él, estaba de acuerdo y me acompañó al primer casting”
“Estaba mal porque me guardaba un montón de cosas para que no se tomen de esto. Antes de entrar renuncié a mi trabajo. Hoy vi que cobraba un sueldo de 300 mil pesos. Jamás fue así. Si me sobrara no me pondría a trabajar haciendo uñas”, dijo Romina sobre los rumores que circularon mientras aún formaba parte de “GH”.
