El primer ministro Rishi Sunak aprobó aumentos salariales para millones de trabajadores del sector público en Reino Unido, mientras intenta poner fin a la batalla de meses con los sindicatos por los números de la inflación, que está socavando los esfuerzos de su gobierno para mejorar los servicios antes de las elecciones previstas para el próximo año.
«El salario de la policía aumentará un 7%, los maestros obtendrán un aumento del 6,5% y los médicos verán un aumento del 6%, en línea con las recomendaciones de los organismos oficiales de revisión de salarios públicos», explicó este jueves al Parlamento el ministro del Tesoro, John Glen. También anunció premios salariales para las fuerzas armadas y los funcionarios de prisiones, y dijo que «no habrá nuevos préstamos ni gastos para financiar el pago adicional».
Sunak está tratando de restablecer la narrativa política en torno a las huelgas, que se fusionan en la mente de los votantes con una disminución general de los servicios públicos bajo el gobierno del Partido Conservador. Sus ministros habían insinuado repetidamente que el gobierno podría no aceptar las propuestas de los organismos de pago, ya que prioriza la lucha contra la inflación.
Al aceptar, el primer ministro está presionando al personal para que regrese al trabajo y acepte lo que llamó una oferta «justa». «No habrá más conversaciones sobre salarios», expresó Sunak en Downing Street. «No volveremos a negociar sobre los acuerdos de este año, y ninguna cantidad de huelgas cambiará nuestra decisión», agregó, según publicó Bloomberg.
Con elecciones previstas para enero de 2025 a más tardar, las encuestas muestran que los votantes culpan a los conservadores gobernantes por la erosión de los servicios públicos bajo su mando, dejando al partido gobernante enfrentando un déficit de dos dígitos frente al opositor Partido Laborista en la mayoría de las encuestas.
Sunak y el ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, calculan que si pueden reducir la inflación (actualmente se encuentra en 8,7 %) aún pueden intentar hacer campaña sobre su historial económico. Por eso el gobierno se empeñó en no hacer nada inflacionario con el arreglo salarial.
Poner fin a las huelgas también eliminaría un peso para la economía. Reino Unido ha perdido cerca de cuatro millones de días debido a las huelgas, niveles no vistos desde los días de Margaret Thatcher, a un costo de 1.300 millones de libras esterlinas, según datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales y el Centro de Negocios y Economía.
