Este martes, Reino Unido impuso sanciones a un fabricante iraní de aviones no tripulados y a una serie de empresas extranjeras, acusándolas de suministrar armas y componentes a Rusia. Tanto Londres como Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto una serie de sanciones desde febrero para castigar a Rusia por su invasión de Ucrania, que Moscú califica de «operación militar especial».
El gobierno británico estableció 25 nuevas sanciones a personas y empresas de Irán, Turquía, Bielorrusia, Eslovaquia, Suiza y Emiratos Árabes Unidos, además de Rusia. «Las sanciones de hoy reducirán aún más el arsenal de Rusia y cerrarán la red de cadenas de suministro que apuntalan la industria de defensa de Putin», declaró el ministro británico de Relaciones Exteriores, James Cleverly.
El fabricante iraní de aviones no tripulados Paravar Pars y siete de sus ejecutivos, ya sometidos a sanciones estadounidenses, y dos exportadores de microelectrónica con sede en Turquía, Azu International y Turkik Union, figuran entre los objetivos de Londres.
Las sanciones prohíben que las entidades británicas brinden servicios fiduciarios (la creación de un fideicomiso o un acuerdo similar) a las personas sancionadas y también imponen congelaciones de activos, que bloquean sus activos en Reino Unido, informó Reuters.
Componentes esenciales
Azu y Turkik Union desempeñaron un papel en la exportación de productos microelectrónicos a Rusia que eran esenciales para la actividad militar del país en Ucrania, explicó Cleverly. En diciembre, Reuters informó que Azu había exportado componentes por valor de al menos 20 millones de dólares a Rusia, incluidos chips fabricados por fabricantes estadounidenses.
El gobierno británico también impuso sanciones a varias personas el martes, incluido el ciudadano suizo Anselm Oskar Schmucki, quien dice que es el jefe de la oficina de Moscú de un administrador de criptoactivos con sede en Suiza, DuLac Capital Ltd. Alegó la participación de Schmucki en «obtener un beneficio o apoyar al Gobierno de Rusia, al realizar negocios en un sector de importancia estratégica, a saber, el Sector de Servicios Financieros de Rusia», como la razón para atacarlo.
El gobierno británico, que ha sancionado a más de 1.600 personas y entidades desde el comienzo del conflicto de Ucrania, dijo que la última ronda de sanciones marcó su mayor acción sobre proveedores militares en terceros países. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Eslovaquia manifestó que notó que un ciudadano eslovaco estaba entre las 25 personas y empresas sancionadas.
