El presidente Javier Milei descartó un plebiscito para avanzar con sus reformas políticas, económicas y sociales enmarcadas en la Ley Ómnibus. A través de las redes, Milei aclaró con un comentario que la caída de la ley tuvo como objetivo dejar en evidencia a los diputados nacionales «traidores» que buscaron una banca en la Cámara baja del Congreso, colocando como bandera «el cambio».
«Se terminó la discusión», remarcó Eduardo Feinmann en Radio Mitre. El jefe de Estado viajará este viernes desde Israel a Italia y mantendrá una reunión con la primera ministra Giorgia Meloni. A su vez, participará de un encuentro privado con el papa Francisco en el Vaticano el próximo lunes.
A las 10:30 hora local, el presidente, junto a la canciller Diana Mondino; el ministro del Interior, Guillermo Francos; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el secretario de Culto, Francisco Sánchez, y el embajador designado ante el Estado de Israel, rabino Axel Wahnish, arribarán al Aeropuerto Internacional de Roma-Fiumicino.
Por su parte, Jorge Lanata presentó la situación política al aire de Radio Mitre: «A partir de la caída de la Ley Ómnibus, Milei clausura el diálogo con los gobernadores y con el Congreso, amenaza con gobernar por decreto y presiona con la posibilidad de un plebiscito. (Luis) Caputo en el medio de esto anunció más ajuste».
Por su parte, Manu Jove sostuvo que el diálogo entre el Gobierno y los gobernadores dialoguistas «ya no existe». Milei se encargó de dejar en clara la caída de la Ley Ómnibus: «No es que vuelve a comisión, ya está». «Esa lista que publica Milei de los traidores, la lista negra, fue efectiva en términos y en la batalla comunicacional. Algunos hablaron sobre la idea de entregar un proyecto espejo de la Ley Ómnibus», reveló Jove.
