Mientras el fútbol argentino define sus clasificados a los cuartos de final de la Copa de la Liga 2024, en el resto del mundo también se disputan partidos en las diferentes ligas. Es el caso de Uruguay, donde este domingo se jugaron algunos encuentros por la octava fecha del campeonato local. Y el que resaltó fue el de Defensor Sporting contra River Plate. Pero no por el fútbol, sino por las piñas.
El duelo había sido jugado a pierna fuerte, pero leal. Sin embargo, en los últimos minutos, todo se desmadró. La primera acción picante ocurrió entre un futbolista de River y el arquero local, Kevin Dawson, que recibió un golpe fuera de lugar. Más tarde, fue Octavio Rivero el que desató conflictos al cometer una falta y tirar la pelota lejos cuando el arquero de la visita buscaba jugar rápido para ir por el empate.
El partido terminó 2 a 1 a favor de Defensor Sporting, pero el resultado es lo de menos. Lo que trascendió ocurrió al final. Ya con los ánimos caldeados, el árbitro Javier Feres dio por terminado el encuentro. Y allí se trenzaron a golpes de puño Sebastián Guerrero, quien fue expulsado fuera del campo, y Matías Alfonso. Pero el resto de los jugadores fueron a asistirlos y se armó una batalla campal.
Pelea en el fútbol de Uruguay
Lo que quedó fue una imagen digna de escenas de pugilato o del recordado sketch de Videomatch, «Deportes en el Recuerdo». Golpes de puño, patadas, empujones. Escenas de violencia y de barbarie vistas en algunas ocasiones en campos de juego, pero más parecidas a un ring de boxeo que a una cancha de fútbol. Y que trascendieron las fronteras de Uruguay.
Oficialmente, solo Guerrero terminó viendo la roja en la cancha después de las escenas de violencia. Aunque es probable que otros futbolistas involucrados en la trifulca terminen siendo informados por los jueces o sancionados de oficio. Mientras tanto, el fútbol de Uruguay vuelve a ser noticia a nivel internacional, pero por una pelea.
