Este miércoles, Axel Kicillof viajará a Chubut para firmar un acuerdo de cooperación con Ignacio Torres por el que la provincia de Buenos Aires cederá 15 ambulancias para palear la difícil situación sanitaria en que se encuentra esa provincia patagónica.
El gobernador busca marcar un claro contraste con la apatía de Javier Milei con los gobernadores y sale en auxilio, incluso, de mandatarios distantes del peronismo. Ya lo hizo semanas atrás con su par santafecino Maximiliano Pullaro, a quien envió vehículos para luchar contra el narco, informó La Política Online.
Serán 15 las ambulancias que llegarán a Chubut como ayuda para hacer frente a una compleja situación que la provincia atraviesa desde hace años. Desde La Plata informaron que el acuerdo de cooperación incluye además colaboración para la formación de profesionales médicos y tecnología desarrollada por la provincia para historias clínicas. «Es nuestra manera de entender el federalismo», dicen desde Casa de Gobierno.
En los últimos cuatro años, el gobierno de Kicillof compró unas 400 ambulancias en los últimos cuatro años. Unas 300 se adquirieron con fondos que envió el Gobierno nacional, otras se compraron con recursos propios, mientras que unas 24 habían quedado sin entregar de la gestión de Vidal. Esto supondría, que la entrega los vehículos a Torres son porque están sin uso.
A fines del año pasado, un informe de TN mostró que unas 100 unidades estaban a la intemperie en un predio de Ensenada. Desde la provincia explicaron por entonces que 27 estaban patentadas y que serían destinadas a la empresa de emergencias médicas que se discute en la Legislatura. El resto están en proceso de patentamiento y que serán entregadas a los municipios.
Búsqueda de consensos
Con todo, la reunión con Torres forma parte de gestos de Kicillof hacia un peronismo que busca reacomodarse tras la derrota en las elecciones de noviembre. El gobernador bonaerense se mueve como eventual candidato presidencial disputando además una interna con el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner.
De esta manera, Kicillof muestra una apertura hacia otros espacios políticos en la búsqueda de consensos. En ese punto polariza directamente con el perfil de Máximo, quien el lunes convocó a elecciones en el PJ bonaerense. Un sector del peronismo le pide al gobernador que sea él quien lidere al peronismo en la provincia. Por el momento, el gobernador parece tomar distancia de esta propuesta.
