Realmente muy fuerte fue lo que se vivió en Gran Hermano, el reality que se emite a través de la pantalla de Telefe y que no para de dar que hablar. Esta vez, Santiago del Moro, el conductor del formato, vivió un momento muy especial.
Esto se inició con su entrada a la casa más famosa del país, donde se encontró con los participantes que desde hace meses se encuentran aislados en busca del gran premio final, en medio de muchos conflictos que se vienen dando dentro de un formato que no para de despertar polémicas.
En medio de ese momento, se dieron situaciones muy especiales, como ocurrió con Bautista, quien delante de todos contó parte de su historia de vida cuando le mostraron una foto de su niñez en la que se lo podía ver junto a su padre.
«Este soy yo. Sí. Rubio, chiquito. Este es mi viejo. Juan Cruz, mi hermano; Catalina, mi hermana; y Franco, el más chiquito. Es una foto divina en el patio de mi casa. Y… nada, es hermosa», comenzó diciendo el participante, delante de sus compañeros de Gran Hermano.
«Mi viejo, un crack. Yo tenía 12 años cuando él murió. Era chico. Sí, recuerdos hermosos. Hermosos. Me acuerdo de recibirlo a él cuando llegaba de laburar. Era un tipo superjodón, divertido, bueno”, aseveró Bautista en medio de una situación cargada de emoción.
«Él es argentino, se enamoró de mi madre, se fue a Uruguay, tuvo a mis hermanos, a mí. Y yo a Argentina lo siente como mi país también, ¿entendés? Me imagino a él viéndome a mí en su país, lo que le debe generar”, sentenció ante la atenta mirada de Santiago del Moro.
