El próximo martes, en una reunión crucial del bloque de diputados de La Libertad Avanza, se decidirá el futuro político de Lourdes Arrieta, quien enfrenta una inminente expulsión del espacio, lo que reduciría la bancada libertaria a 37 miembros, equiparándola en tamaño al bloque del PRO.
Arrieta, diputada por Mendoza, quedó en el ojo de la tormenta tras denunciar judicialmente a varios colegas de su bloque por una polémica visita a represores militares en el penal de Ezeiza. La situación, informó NA, se agravó aún más cuando sugirió que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, había autorizado el uso de un vehículo oficial para trasladar a los diputados involucrados, incluyendo a Beltrán Benedit, organizador del controvertido tour.
El conflicto interno se intensificó el miércoles pasado, luego de una sesión en la que el oficialismo sufrió una derrota política. Varios diputados libertarios confrontaron a Arrieta por exponer públicamente las divisiones internas y prolongar un tema que el bloque necesitaba cerrar urgentemente.
La confrontación provocó una fuerte reacción en Arrieta, quien, entre lágrimas y gritos, arremetió contra Menem, acusándolo de no defenderla y de no asumir la responsabilidad del conflicto desatado. Su alegato, en el que reiteró que Benedit le había tendido «una cama», quedó registrado en un audio que rápidamente se viralizó en redes sociales, exacerbando aún más las tensiones dentro del bloque.
Tras este incidente, Menem admitió que la expulsión de Arrieta estaba «en evaluación». Sin embargo, la decisión definitiva requirió la intervención de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y figura clave en el espacio libertario.
El punto de quiebre se dio cuando Arrieta compareció ante la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, donde responsabilizó a Menem por el polémico viaje a la cárcel de los represores, a pesar de que el riojano ya había explicado que la asignación de vehículos oficiales era un trámite automático para quienes lo solicitaran.
Otra diputada en el ojo del huracán es Rocío Bonacci, quien también criticó públicamente la visita a los represores y afirmó haber sido «engañada» por Benedit. Aunque Bonacci ha intentado distanciarse del conflicto en las últimas horas, su destino dentro del bloque sigue siendo incierto, a menos que decida retirarse por voluntad propia.
En las últimas horas, tanto Arrieta como Bonacci se han refugiado en el ala liderada por Oscar Zago, ex presidente del bloque libertario y actual líder del MID, quien también sufrió la intervención de Karina Milei en su momento. Marcela Pagano, otra diputada con un vínculo estrecho con Arrieta y Bonacci, planea alzar su voz en la reunión del martes en contra de la expulsión de Arrieta, a pesar de que la decisión parece irreversible.
Pagano, quien también enfrenta sus propios conflictos internos dentro del bloque, tiene adversarios como Lilia Lemoine y Bertie Benegas Lynch. Ante este escenario, se teme que la expulsión de Arrieta desencadene un efecto dominó que podría arrastrar también a Bonacci y Pagano.
La decisión final será anunciada por Menem el martes, mediante una nota dirigida al secretario parlamentario del bloque, tras la reunión de los diputados liberales. Se espera que Arrieta asista a la reunión para presentar su descargo antes de que la resolución sea sometida a votación a mano alzada entre los 38 diputados del bloque.
En caso de ser expulsada, Arrieta deberá decidir si formará un monobloque o se unirá al MID de Oscar Zago, lo que marcaría un nuevo capítulo en la turbulenta historia reciente de La Libertad Avanza.
