Boca superó a Gimnasia por penales y se metió en semifinales de la Copa Argentina 2024 en un partido que tuvo de todo. Aunque la imagen más impactante la dejó Juan Román Riquelme. El presidente de Boca, en medio de los incidentes ente hinchas de ambos equipos y la policía, bajó a enfrentarse a la barra del Xeneize y también a la infantería que reprimía en la cancha de Newell’s en Rosario.
Todo ocurrió en el entretiempo, cuando plateístas de Boca lanzaron butacas a la popular de Gimnasia. Los hinchas del Lobo respondieron rompiendo un portón, mientras que cuando intervino la policía, la barra del Xeneize cruzó toda la cancha para meterse en la pelea. Cuando se iba a desatar el caos, apareció Riquelme, que se metió entre la policía y la barra, haciendo retroceder a los hinchas y frenando el escándalo.
«Son reacciones. No se cuánto pudimos colaborar. Intentamos que nuestras hinchas se calmaron un poco, en un momento difícil el hincha nos muestra amor. Al vernos, en algo logramos calmarlos», dijo «Chicho» Serna, parte del Consejo de Fútbol de Boca con Raúl Cascini y Marcelo Delgado, quienes secundaron a Riquelme en la intervención con los hinchas.
«Demuestra quién es Román. El presidente que tenemos, el amor por el club y por nuestra gente. Donde estábamos en el palco vemos que Román está ahí y nos unimos. Por suerte estamos bien», agregó el exjugador colombiano sobre la intervención de Riquelme.
«Cuando uno trabaja en un operativo de cancha piensa en todo. En el ingreso y salida, fue un muy buen operativo, donde la gente ingresó y salió sin incidencia. No hubo cruce de hinchadas afuera. Ahora, adentro hay que recoger el guante y reconocer que los pulmones para dividir a las parcialidades no eran los adecuados, nos hemos equivocado. También la seguridad privada, no es lavarse las manos, nos pasó algo similar con Central y Peñarol», dijo Fernando Peverengo, director de seguridad en eventos masivos de Santa Fe, en declaraciones a Radio La Red.
«Es cierto que la figura de Riquelme calma, colaboró. Pero si no teníamos cuatro grupos de infantería sosteniendo esa situación, nadie los paraba. Pero Román ayudó. Había tres grupos de ocho policías en esa zona. Si no estaban los grupos de infantería, aun sin baja Riquelme, lo pasan por encima. Quedó demostrado que hay una relación, pero si no bajaba iba a haber situaciones no agradables, pero en algún momento iban a tener que retroceder», agregó el funcionario.
«El grito en el entretiempo, los insultos, no debería pasar pero algunos hinchas arrancaron las butacas para arrojar al adversario. Con el diario del lunes, cualquiera analiza. Hoy, en la parte superior pondría un pulmón con un grupo de infantería para que no se desmadre. Seguramente nos equivocamos, hubo falta de coordinación», sostuvo Peverengo.
