El armado del cronograma electoral en la provincia de Buenos Aires, considerada la madre de todas las batallas políticas, ha generado intensos debates y diferencias dentro de Unión por la Patria. La implementación de la boleta única para cargos nacionales y la posibilidad de desdoblar los comicios provinciales y municipales están en el centro de la controversia. La resistencia más firme proviene del kirchnerismo, liderado por Cristina Kirchner, que busca evitar que el gobernador Axel Kicillof separe las elecciones.
Desde la gobernación bonaerense han señalado que la decisión no será unilateral y que se buscará un consenso para definir el calendario electoral. Sin embargo, las tensiones internas entre Kicillof y la exvicepresidente condenada por corrupción, han dificultado el avance en estas definiciones. Mientras el gobernador busca establecer una mesa de diálogo para coordinar las fechas, desde el Instituto Patria atribuyen la demora a una estrategia de victimización del hijo político de CFK.
El dilema del desdoblamiento
Los intendentes y dirigentes cercanos a Kicillof promueven la idea del desdoblamiento, argumentando que con la boleta única nacional ya no habría un arrastre directo para los cargos provinciales. Adelantar o postergar las elecciones permitiría a Kicillof tener un mayor protagonismo en la campaña provincial y fortalecer su figura como gobernador. Además, la posible eliminación de las PASO nacionales simplificaría el proceso y facilitaría la separación de las fechas.
Sin embargo, el kirchnerismo se opone rotundamente a esta posibilidad. Desde el sector cristinista consideran que separar las elecciones podría fragmentar al peronismo, debilitando su estructura en un contexto político complejo. La apuesta de CFK es mantener las elecciones en la misma fecha para capitalizar el posible «arrastre» de la candidatura de Kirchner, en caso de que se postule como diputada nacional. Según este enfoque, una campaña conjunta con la expresidenta beneficiaría a los candidatos provinciales y municipales, incluso con urnas separadas.
Estrategias y jugadas políticas
La desconfianza hacia Kicillof dentro del Instituto Patria se ha intensificado ante rumores de reuniones entre funcionarios bonaerenses y expertos electorales que habrían explorado la posibilidad del desdoblamiento. Aunque desde la gobernación han negado estos encuentros, las sospechas persisten, alimentando las tensiones internas.
En un intento por evitar la separación, el kirchnerismo incluso evalúa la posibilidad de forzar la inclusión de las categorías provinciales en la boleta única nacional mediante un decreto del gobernador y una presentación judicial. Sin embargo, esta propuesta enfrenta limitaciones legales claras. La ley establece que las categorías provinciales y municipales no pueden incorporarse a la boleta única nacional y deben votarse en urnas separadas. Pese a ello, algunos legisladores cercanos a Cristina Kirchner insisten en explorar esta vía, confiando en el juez electoral Alejo Ramos Padilla, conocido por su afinidad con el kirchnerismo.
El futuro político en juego
El debate sobre el cronograma electoral refleja las tensiones internas y las diferencias estratégicas dentro de Unión por la Patria. Para el sector liderado por Kirchner, la unidad y la sincronización de las elecciones son clave para mantener la fortaleza del peronismo y proyectar un plan político a nivel nacional para 2027. En contraste, los aliados de Kicillof buscan aprovechar el contexto para fortalecer su posición en la provincia, aun a costa de generar fricciones con el kirchnerismo.
Mientras tanto, el reloj avanza y las definiciones se vuelven cada vez más urgentes. La manera en que se resuelva esta disputa no solo definirá el panorama electoral en la provincia de Buenos Aires, sino que también tendrá un impacto significativo en la dinámica política nacional de cara a las legislativas de 2025.