En lo que se considera una de las obras de infraestructura más importantes de las últimas décadas, YPF está llevando adelante la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur. Con una inversión superior a los 3.000 millones de dólares, el proyecto busca unir la formación Vaca Muerta en Neuquén con la futura terminal marítima de Punta Colorada, en Río Negro. La obra, que tendrá una extensión de 600 kilómetros, comenzará a operar en el cuarto trimestre de 2026 y tendrá la capacidad de transportar hasta 550 mil barriles diarios de petróleo, con un potencial de expansión que podría superar los 700 mil barriles diarios.
Una inversión estratégica para la Argentina
El oleoducto es considerado un proyecto estratégico para el desarrollo energético nacional. Su capacidad de transportar grandes cantidades de petróleo desde Vaca Muerta hasta el Atlántico permitirá posicionar a Argentina como un jugador clave en el mercado energético internacional. Actualmente, se trabaja en la finalización del primer tramo del ducto, que conecta el área Loma Campana, en Neuquén, con la Estación de Bombeo Allen en Río Negro. En paralelo, ya se han iniciado las tareas preliminares para el segundo tramo, que llevará el crudo hacia la futura terminal en Punta Colorada.
Andrea Confini, secretaria de Energía y Ambiente, destacó la importancia de esta obra no solo para potenciar la capacidad de transporte de Vaca Muerta, sino también para posicionar a Río Negro como un actor clave en el mercado energético global. Este proyecto también marcará un hito en el desarrollo de infraestructura de transporte de hidrocarburos en el país, lo que permite a Argentina maximizar el potencial de sus recursos naturales.
Alianzas estratégicas con grandes energéticas
YPF ha logrado formar una alianza con empresas de peso como Pan American Energy, Vista Energy, Pampa Energía, Chevron Argentina, Pluspetrol y Shell Argentina, que financiarán y construirán el ducto. Estas compañías han comprometido una capacidad inicial de 275 mil barriles diarios, con la posibilidad de incrementar hasta 230 mil barriles más, lo que incrementará la capacidad del oleoducto para satisfacer la creciente demanda del mercado.
Además, el proyecto ha sido inscrito en el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), un programa clave para impulsar proyectos de infraestructura energética en Argentina. Este paso no solo asegura el financiamiento para la obra, sino que también asegura que se mantengan los estándares ambientales y de seguridad requeridos.
Río Negro como pilar de la exportación energética
Río Negro juega un papel crucial en el éxito del oleoducto. La provincia ha sido la primera en adherir al RIGI y ha trabajado de cerca con el Estado Provincial para fortalecer las capacidades de control en la actividad del midstream. Este esfuerzo conjunto busca garantizar que las obras se lleven a cabo con los más altos estándares de seguridad y responsabilidad ambiental, asegurando un futuro sostenible en el transporte de hidrocarburos.
Con los primeros caños ya instalados, y con el inicio del segundo tramo programado para principios de 2025, el oleoducto Vaca Muerta Sur se perfila como un motor económico para el país, con el potencial de generar hasta 20 mil millones de dólares anuales en exportaciones. Esta infraestructura no solo reducirá los costos logísticos asociados al transporte de petróleo, sino que también consolidará a Río Negro como un punto estratégico para la exportación de hidrocarburos en Sudamérica.