En medio del ajuste fiscal y el recorte de distintas partidas presupuestarias, el Gobierno nacional resolvió incrementar el fondo destinado al régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, que en 2025 alcanzará al menos $195.000 millones. La medida, dispuesta por decreto, representa un aumento del 30% respecto al año pasado y supera la inflación proyectada para el período.
El esquema de incentivos fiscales, creado en 2019 como una evolución de la ley del software impulsada por Néstor Kirchner, otorga beneficios impositivos a empresas tecnológicas, biotecnológicas y exportadoras de servicios digitales. Entre los principales beneficiarios del régimen figura Mercado Libre, que en los últimos tres años recibió cerca de USD 250 millones en exenciones impositivas, según información publicada por Infobae.
El impacto del DNU y la distribución de los beneficios
El decreto publicado la semana pasada establece que el régimen contará en 2025 con un cupo fiscal de $195.000 millones para financiar los beneficios promocionales contemplados en la Ley 27.506. Entre ellos se incluyen la reducción de contribuciones patronales y descuentos en el impuesto a las ganancias. El texto indica que la asignación de estos recursos priorizará a empresas de menor tamaño, aunque en la práctica el grueso del beneficio queda en manos de grandes compañías.
En 2024, el fondo comenzó con $120.000 millones y recibió una ampliación de $30.000 millones. De ese total, se estima que Mercado Libre absorbió al menos el 20%. Aunque el Gobierno no transparenta los datos oficiales, diversas fuentes del sector confirman que la empresa de Marcos Galperin es la que más recursos recibe dentro del régimen.
Otras compañías que también acceden a los beneficios incluyen Globant, Accenture, Despegar, Capgemini, Gire, Calipso y Nación Servicios. Sin embargo, ninguna alcanza el nivel de Mercado Libre, cuya escala de negocio le permite capitalizar al máximo las ventajas del esquema.
Las críticas al régimen y su impacto en las cuentas públicas
A pesar de que el programa cumple con la normativa vigente, crecen las críticas sobre la conveniencia de otorgar estos beneficios a empresas de gran envergadura. Mercado Libre, que en 2024 facturó USD 21.000 millones y posee una valuación de mercado cercana a los USD 105.000 millones, recibe incentivos fiscales mientras el Estado ajusta partidas clave en educación, seguridad y programas sociales.
“En un contexto de recortes presupuestarios, resulta llamativo que se mantengan beneficios impositivos para las compañías más rentables del país”, sostienen fuentes del sector financiero. Además, señalan que, si bien Mercado Libre anunció una inversión de USD 3.400 millones en la región, el desembolso en Argentina será de apenas USD 75 millones, cifra similar a la que recibió en subsidios solo el año pasado.
Desde el Observatorio del Trabajo Informático (OTI) también cuestionaron la falta de transparencia del régimen y la concentración de los beneficios en pocas empresas. “Este programa se ha convertido en un mecanismo de concentración de recursos. Año tras año, los mismos jugadores se quedan con la mayor parte del fondo, sin que exista un verdadero impacto en la innovación o en la generación de empleo”, afirmó Esteban Sargiotto, director del OTI.
A su vez, advirtieron que la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) no cumple con la obligación de divulgar cómo se distribuyen los recursos, a pesar de existir un fallo judicial que le exige hacerlo.
Defensa empresarial y la postura del Gobierno
Desde Argencon, la cámara que nuclea a los exportadores de servicios tecnológicos, defienden el régimen y destacan su rol en la generación de empleo y divisas. “Las empresas grandes son las que más exportan y más contratan, por lo que sería un error restarles los beneficios. En un mercado global, deben competir con compañías extranjeras que también reciben incentivos”, argumentó Luis Galeazzi, director de la entidad.
Por su parte, Mercado Libre sostiene que en 2024 generó 1.800 nuevos empleos en el país y que su aporte fiscal en los últimos tres años ascendió a USD 3.600 millones. Sin embargo, la empresa evitó pronunciarse sobre si considera renunciar a los beneficios fiscales o redirigirlos a programas de incentivo para terceros.
