La petrolera Tecpetrol, del Grupo Techint, solicitará su ingreso al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) para desarrollar un ambicioso proyecto en Vaca Muerta, con una inversión superior a los USD 1.500 millones. La iniciativa, enfocada en la infraestructura necesaria para potenciar la producción del yacimiento Los Toldos II Este, se convertirá en la duodécima que busca acogerse a este esquema de beneficios fiscales y cambiarios.
El proyecto forma parte de una inversión total de USD 2.500 millones que la empresa desembolsará en los próximos 20 meses, con el objetivo de alcanzar los 70.000 barriles diarios de petróleo en 2027, junto a una producción adicional de 4,5 millones de metros cúbicos de gas asociado. Este crecimiento en la producción equivale a cerca del 10% del total actual del país, consolidando a Tecpetrol como un actor clave en el desarrollo energético de Argentina.
Infraestructura y financiamiento internacional
Para materializar esta expansión, la empresa planea destinar USD 1.500 millones a la construcción de oleoductos y una planta de procesamiento, fundamentales para evacuar el crudo extraído. Los USD 1.000 millones restantes serán utilizados para perforar y poner en marcha los pozos, aunque este rubro quedó fuera de los incentivos del RIGI. Ante este escenario, Tecpetrol ya analiza opciones de financiamiento internacional para asegurar la viabilidad del proyecto.
En el sector energético destacan las similitudes con el desarrollo de Fortín de Piedra, el campo de shale gas que Tecpetrol convirtió en un modelo de éxito dentro de la Cuenca Neuquina. La compañía apuesta a replicar este esquema en Los Toldos II Este, con una estrategia centrada en la infraestructura y la eficiencia operativa.
El potencial de Vaca Muerta y la visión de Rocca
El optimismo en torno al potencial de Vaca Muerta sigue en ascenso. Paolo Rocca, CEO de Techint, sostuvo recientemente que la producción de crudo no convencional en Argentina podría duplicarse en poco tiempo. Durante su participación en la CERAWeek 2025, la mayor conferencia mundial de energía, proyectó que el país podría alcanzar una producción de 1,5 millones de barriles diarios en el corto plazo.
El crecimiento de la producción de shale oil plantea el desafío de contar con infraestructura adecuada para la exportación. En este sentido, se avanza con Vaca Muerta Sur (Vmos), el megaproyecto encabezado por YPF, que busca desarrollar el mayor oleoducto del país en las últimas dos décadas.
El rol del oleoducto Vaca Muerta Sur
Este oleoducto, que contará con una capacidad inicial de 550.000 barriles diarios, es clave para garantizar el crecimiento sostenido de la producción y las exportaciones. La obra está diseñada con la posibilidad de expandirse hasta 700.000 barriles por día, optimizando el acceso al mercado internacional, especialmente a Asia, mediante su conexión con los Very Large Crude Carriers (VLCC).
El financiamiento del proyecto ya cuenta con un préstamo de USD 1.700 millones de cinco bancos internacionales, mientras que el resto del capital se cubrirá por las petroleras involucradas. Las empresas que han reservado capacidad de transporte en Vmos incluyen a Vista Oil & Gas, Pan American Energy (PAE), Pampa Energía, Shell, Chevron y Pluspetrol, consolidando una red de inversión clave para el futuro energético del país.
Con esta infraestructura en marcha, las previsiones indican que las exportaciones de petróleo argentino podrían superar los USD 20.000 millones anuales para 2027, fortaleciendo el posicionamiento de Vaca Muerta como una de las principales reservas de hidrocarburos no convencionales a nivel global.
