El eterno debate sobre quién es el mejor futbolista de la historia sigue abierto, aunque para Chiqui Tapia no hay lugar a dudas. El presidente de la AFA se inclinó firmemente por Lionel Messi, aunque sin dejar de reconocer el legado inolvidable de Diego Maradona en la Selección Argentina.
Durante una entrevista con TyC Sports, Tapia fue contundente: «Sin dudas que sí, Messi es el mejor de la historia. Para mí, sí», afirmó. Aunque elogió el patriotismo de Maradona y sus hazañas en condiciones extremadamente adversas, su elección final se basó en la constancia y liderazgo de la Pulga.
Tapia también quiso resaltar la fortuna que tiene el país por haber contado con dos leyendas tan trascendentales. «Son también diferentes tiempos. Tenemos que sentirnos orgullosos que tuvimos a los mejores del mundo, son argentinos», destacó. Además, subrayó la faceta humana de Messi, a quien calificó como un «gran líder» dentro y fuera de la cancha.
Mientras tanto, en el plano internacional, el debate no cesa. Cristiano Ronaldo había encendido nuevamente la discusión hace un tiempo al proclamarse como el futbolista «más completo» de todos los tiempos, aunque en Argentina la disputa suele girar exclusivamente entre Messi y Maradona.
Bilardo: Maradona, el mejor que vio en su vida
A diferencia de Tapia, Carlos Bilardo jamás escondió su devoción por Maradona. En una recordada entrevista de 2001, el técnico campeón mundial en México 1986 fue tajante: «Es el mejor jugador que vi en mi vida. Lo afirmo sin dudas». Su admiración iba más allá de los números; para Bilardo, Diego encarnaba una combinación única de técnica, inteligencia y pasión.
Incluso en 2016, en plena rivalidad mediática entre Messi y Cristiano, Bilardo sostuvo su postura. Si bien elogió a Messi por su gran carrera y su comportamiento ejemplar tanto en el Barcelona como en la Selección Argentina, fue claro al aclarar: «Lo pongo entre los mejores, pero no de la historia, sino de este momento».
Así, queda claro que, más allá de las distintas opiniones, tanto Messi como Maradona dejaron una huella imborrable que trasciende generaciones. Cada uno, a su manera, logró que el mundo entero admire al fútbol argentino.
