El primer Mundial de Clubes con nuevo formato arranca y todas las miradas apuntan a Lionel Messi, que no solo lo jugará con Inter Miami, sino que también lo palpita como referente del fútbol mundial. A horas del estreno ante Al Ahly, el capitán argentino dejó declaraciones que encendieron las ilusiones de los sudamericanos, con una mención especial para Boca, River y los grandes de Brasil.
En un mano a mano con la FIFA, Messi dejó claro que el certamen representa una oportunidad única para el continente: “Es una oportunidad muy linda para los equipos sudamericanos, de diferentes lugares que vienen, para poder compartir con los equipos europeos”. Más allá del entusiasmo, sus palabras también sonaron como advertencia: el Viejo Continente no tendrá un camino fácil.
“Los equipos grandes son potencia y referencia mundial”
El rosarino, que liderará a Inter Miami en su debut este sábado, destacó el contraste entre los clubes europeos y los sudamericanos, pero lejos de mostrar resignación, resaltó el valor competitivo del torneo: “Con los equipos grandes, los que son potencia y referencia a nivel mundial”, expresó. Aunque sin nombrarlos directamente, quedó claro que pensaba en instituciones como Boca, River, Palmeiras, Flamengo, Fluminense y Botafogo.
También dejó en claro lo que este Mundial representa para quienes lo disputarán: “Tienen a los mejores jugadores del mundo, y es una linda oportunidad para competir con ellos. Será una linda experiencia para que disfrute tanto el jugador que juega como el hincha que va a la cancha”. El mensaje caló hondo: el desafío es enorme, pero la motivación también.
Sudamérica, lista para dar pelea
Las palabras de Messi son reflejo del sentir de muchos futbolistas que crecieron admirando las grandes gestas sudamericanas. Esta edición ampliada del torneo mundialista abre una puerta para que esos recuerdos cobren vida una vez más. Boca y River, dos clubes de ADN copero, intentarán dejar su huella entre gigantes de Europa y Asia.
Como complemento, Luis Suárez, actual delantero de Inter Miami, también se refirió a la expectativa que generan los equipos argentinos y brasileños. “Tienen la obligación de ganar siempre porque el escudo exige, el país les exige”, dijo el uruguayo, resaltando la presión que implica defender esos colores.
Messi, símbolo de una nueva era
No se trata solo de un torneo. Para Messi, este Mundial de Clubes marca una etapa en la que América puede plantarse otra vez frente al poderío europeo. Su mensaje no es casual: busca encender la llama de un continente que sueña con volver a mirar a todos desde lo más alto.
Con el arranque inminente, las palabras del campeón del mundo funcionan como faro para todos los que quieren creer que todavía hay espacio para la mística, la historia y la gloria sudamericana en el fútbol global.