A lo largo de su brillante carrera, Carlos Bianchi se ganó un lugar eterno en la historia del fútbol mundial. Como goleador en Francia y multicampeón en Boca y Vélez, su palabra tiene un peso especial cuando se trata de hablar de los mejores. Y cada vez que le tocó pronunciarse sobre la eterna comparación entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, el “Virrey” nunca dudó.
El veredicto del Virrey
En distintas entrevistas a lo largo de los años, Bianchi fue contundente al señalar a Messi como el mejor de todos los tiempos. Incluso cuando muchos discutían su rendimiento con la Selección, el ex entrenador de Boca lo defendió con firmeza. “Messi es el mejor de todos los tiempos, aunque no llegue a ganar el Mundial (posteriormente Messi lo ganaría)”, expresó en 2012, reafirmando su postura nuevamente en 2018.
Años después, volvió a insistir con una frase que se transformó en bandera: “No volveremos a ver un jugador como Messi”. Para Bianchi, el rosarino representa la perfección futbolística, una combinación irrepetible de talento, inteligencia y capacidad competitiva.
La historia le dio la razón
El tiempo terminó validando cada una de las palabras del Virrey. Messi no solo brilló en Europa con el Barcelona y el PSG —club donde el propio Bianchi también dejó su huella— sino que además completó su carrera con títulos que lo consagraron definitivamente.
Con la Selección Argentina, conquistó la Copa América 2021, la Finalissima 2022 y el tan soñado Mundial de Qatar 2022, además de sumar otra Copa América en 2024.
A nivel individual, sus números son asombrosos: 1162 partidos, 897 goles, 436 asistencias y 45 títulos oficiales. Una cifra que explica por qué tantos lo consideran el más grande de todos los tiempos.
Un legado que trasciende generaciones
Hoy, con Messi cerrando su carrera en el Inter Miami, las palabras de Bianchi resuenan más fuertes que nunca. Lo que en su momento fue una opinión arriesgada, hoy es casi una verdad universal: el fútbol difícilmente vuelva a ver a alguien como Lionel Messi.
El propio recorrido del capitán argentino parece escrito para confirmar la visión del Virrey, que no solo eligió con el corazón, sino con la mirada de quien supo entender mejor que nadie el valor de la excelencia en el fútbol.
