En el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno de Argentina estableció sus condiciones y el organismo hizo lo mismo propio y llegaron a un nuevo acuerdo dentro de lo que falta definir. Se espera que el pacto completo llegará dentro de una semana al Congreso de la Nación para que los diputados y senadores debatan y voten si aprobarlo o no.
A su vez, NA confirmó dos puntos cruciales en estas negociaciones para renegociar el pago de la deuda tomada por Mauricio Macri en 2018. El primero es que las tarifas de los servicios públicos aumentará en un 45%, una suba mayor a la que proponía Cristina Fernández de Kirchner del 20% y menor que el 60% que deseaba el directorio del organismo. Esta aplicación será gradual a lo largo del año corriente y del 2023.
Claro está que esta decisión generará inflación en el país a raíz de que se encarecerán los gastos fijos de las personas como de los comerciantes y esto se trasladará al valor final de sus productos a comercializar. Sin embargo, desde el Gobierno adelantan que aplicarán aumentos según la zona geográfica donde residan las personas comenzando por Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por otro lado, también acordaron un préstamo por US$ 3.000 millones al 4,5% anual para el repago del vencimiento de marzo además de que se deberá recortar la emisión monetaria del 3,5% del PBI al 1% para este año, un fuerte golpe para el ministro de Economía, Martín Guzmán, que trabajó mucho para que esto y el recorte del déficit sea lo menor posible.
En este sentido, el déficit primario del 2,5% del PBI para 2023 deberá ser llevado al 2% en este año, al 1% para el 2024 y al 0,5% para 2025 para llegar al 2026 con un déficit cero, una de las promesas de campaña de Mauricio Macri que no logró concretar. Para ello se intentará no dar más planes sociales, recortar el gasto público y generar más exportaciones que brinden dólares.