Las pymes, sectores empresariales que han sido bastante golpeados en estos últimos años, celebraron la aprobación del acuerdo con el FMI. Según los empresarios, el avance en las negociaciones permitirá “ordenar la macroeconomía” y propiciar «un clima de inversión para las pequeñas y medianas empresas». En estos últimos dos años, aproximadamente 20.000 pymes quebraron, cerraron sus puertas o se fueron del país.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señaló que, ahora, «llega la hora de volcar recursos, esfuerzos y financiamiento a la promoción del mercado interno y la producción local». En diálogo con NA, declararon que «el acuerdo con el FMI ordena la macroeconomía, genera certidumbre y descomprime compromisos de corto plazo. Nos da las herramientas necesarias para enfocarnos en las pymes, las economías regionales y el mercado interno».
Con respecto a las líneas de crédito, uno de los puntos más criticados por los libertarios por no aplicarse al sector privado, las pymes ofrecieron otra visión. «Están dadas las condiciones para activar líneas de crédito para el sector productivo. Este ordenamiento financiero a nivel internacional tiene que tener un reflejo en el sistema argentino si lo que pretendemos es acompañar a los que invierten y trabajan en el país».
Por otra parte, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) también se mostró esperanzada. «Después de meses de negociación con el organismo, el acuerdo alcanzado por el Gobierno mejora la previsibilidad de la economía local y propicia un clima de inversión y desarrollo para las pequeñas y medianas empresas». También destacaron la capacidad de diálogo y consenso con la oposición.
Las pymes y su alta presión tributaria
Las pequeñas y medianas empresas tienen una alta presión tributaria. Los tributos que se destacan son la declaración jurada de ganancias, la declaración jurada de bienes personales, la declaración jurada de ingresos brutos, la declaración jurada de la tasa, la presentación de los estados contables, y el régimen de información societario.
“En la Argentina, la presión impositiva a la producción es, por amplio margen, la mayor entre todas las economías relevantes del planeta”, señaló un informe de la consultora Data Driven Argentina. En el año 2017, por cada $100 pesos generados por los argentinos, el Estado se quedó con $35.
De este modo, los impuestos que recaen sobre las pymes representan un promedio del 106,3% de ganancias netas, acorde informó Doing Business. Estudios confirmaron que, si la empresa paga todos sus impuestos, esta entra en pérdida. Este contexto de incertidumbre, sumado a la inflación y devaluación del peso argentino, es motivo por el cual numerosos empresarios no invierten en el país.
