La noticia del día en Boca es de Agustín Almendra. El volante volvió a jugar para la Reserva y fue la gran figura del triunfo agónico ante Vélez, en el que metió el gol de la victoria. Pero eso no fue todo: luego del encuentro, rompió el silencio y pidió charlar con Sebastián Battaglia para resolver los problemas y volver a jugar para el plantel profesional. Oscar Ruggeri opinó sobre el tema y le dio un consejo al futbolista.
¿Qué dijo Almendra? «Hablé con Román el día del partido con Arsenal, lo fui a saludar al placo, le dije que quería volver a jugar, que les pedía disculpas a todos por lo que pasó y que estoy muy arrepentido», contó. Y agregó: «Lo primero que yo quería era tener una charla con Román y el Consejo, ojalá pueda tenerla con el DT. No pude cruzarlo todavía porque entrenamos en distintos horarios y se hace difícil».
Un experimentado como Ruggeri para estas cuestiones de vestuario elaboró una opinión al respecto y la dijo al aire. «Si yo soy el pibe, si le tengo que dar un consejo, parate delante del grupo y pedí disculpas. Primero al técnico, Almendra tiene que ir a la puerta del técnico, golpear y decir ‘me equivoqué en lo que dije, pido disculpas, si me das la oportunidad me mataré entrenando», fue el mensaje del «Cabezón».
La postura de Ruggeri
Todo el panel «ESPN F90» prestó atención a la postura de Ruggeri. Pero algunos le recordaron que Darío Benedetto fue duro con sus declaraciones contra Almendra cuando explotó el escándalo. «Lo de Benedetto es difícil, que mi compañero haya dicho esas barbaridades… Estas cosas se hablan en lo interno. Si a mí me pasaba con 20 años esto quizás no lo hubiera perdonado», fue la fuerte opinión del mítico defensor al respecto.
«El tema es que fue público, porque estas cosas pasan mucho en los vestuarios y nadie se entera. No se debía hacer público. Estas cosas que se dijeron, tanto lo de Almendra como lo de Benedetto, las dijeron desde adentro», manifestó Ruggeri. Y sentenció: «Ahí no se pone a Boca por encima de todo, ahí se piensa individualmente. Benedetto lo tiene que sentar al pibe y decirle todo en la cara».