Pablo Mouche jugó durante cinco años en Boca, desde 2007 hasta 2012, y luego se fue al fútbol de Turquía. A pesar de que estuvo mucho tiempo en el conjunto azul y oro, su salida no se dio en los mejores términos porque se dio con una declaración suya dando a entender que no se sentía valorado por los hinchas. Y ahora, en una charla con «Puro Boca», el delantero expresó que no se manejó de la mejor manera: «Cosas de pendejo».
«Lo tomo como una experiencia que no la volvería a repetir. Como dije, no te das cuenta en el lugar que estás. Hoy no hubiese actuado de esa manera, no lo volvería a hacer», explicó. Y agregó: «Quizás lo diría lo mismo, pero de otra forma o con la gente que lo tenía que decir, pero en ese momento lo sentí así. Son cosas de pendejo que no tienen sentido. No me arrepiento, pero sí espero que me haya servido de experiencia».
¿Cómo fue compartir plantel con Martín Palermo y Juan Román Riquelme? «Del vestuario se habla siempre. Yo lo que notaba era que eran dos ídolos del club que, si bien tenían diferencias, ellos adentro no lo hacían notar porque se respetaban», señaló Pablo. «Nunca tuvieron una discusión o falta de respeto dentro del grupo, si lo hicieron de forma íntima nadie se enteró. Eso es lo que yo rescato de dos líderes. Para mi fueron dos líderes, cada uno con sus cosas buenas y malas», comentó.
La Copa Libertadores 2012
Antes de irse, Mouche integró el plantel de Boca que fue subcampeón de la Copa Libertadores 2012 tras caer en la final ante Corinthians. «La Libertadores fue la espina que me quedó clavada antes de irme y me va a quedar por el resto de mi vida porque es muy difícil llegar a una final. Además, el equipo estaba en un muy buen momento, venía de salir campeón invicto y al poco tiempo salió campeón de la Copa Argentina», recórdo.
Ya pasaron diez años de aquella final pero el atacante aún se lamenta no haber podido ser campeón de América. «Fue duro porque como equipo teníamos una confianza impresionante de que estaba muy cerca y se podía lograr. El tema de exposición no te das cuenta de nada porque estás en el club más grande de Argentina y de los más grandes del mundo, estás en la cima y te sentís poderoso», sostuvo Pablo.