Este viernes apareció un nuevo testimonio contra Sebastián Villa que deriva en una nueva denuncia por abuso sexual: otra mujer acusó al deportista. Roberto Castillo, abogado de Tamara Doldan, la denunciante que originó la causa contra el delantero de Boca, se refirió al tema. Y explicó por qué esta nueva declaración puede complicar al jugador y llevar el caso a otro nivel: «Es muy importante».
«Una nueva chica realiza una declaración donde Villa estuvo involucrado, pero no quiere denunciarlo por miedo. Quizás en el día de mañana ella pueda denunciarlo correctamente, fueron tres chicas (la víctima y dos chicas más) que fueron invitadas a una fiesta que realizó Villa», mencionó el letrado en Radio 10. «Esta prueba es una prueba intermedia, es del entorno del jugador, no de la victima, por ende es muy importante lo que diga la testigo«, agregó.
«Ellas vieron que Villa fue a hablar con los policías que estaban fuera de su domicilio», mencionó Castillo y también aseveró: «La prueba que tenemos hasta la fecha es contundente». «Boca está parado en una contradicción, no saben tener una empatía con la causa de violencia de genero», sostuvo también el abogado. Y cerró: «La agenda de la justicia no se acomoda por el trabajo que cualquiera tenga, por eso es raro que le hayan dado lugar al pedido de Villa».
La nueva denuncia
Según consta en la causa, la declaración de la nueva testigo explica que el nuevo hecho ocurrió en la misma noche que cita Tamara Doldan. «Yo le pregunté a Tamara dónde estaba mi amiga. Y ella me contesta que estaba en la pieza con Villa. Fui y me metí y estaba Vikingo (el hombre de seguridad del jugador). Le insistí para que la llamara. Cuando abrí la puerta, la veo salir y tenía los ojos llorosos», relata.
«Cuando salimos, vamos al comedor y empezamos a pelear con mi amiga. Ella me estaba llamando porque quería salir de la pieza», expresa la mujer. Y agrega: «En principio iban a tener relaciones. Hasta que ella le dice que se ponga un preservativo y él no quería. Cuando ella sale de la pieza, le recrimina a Vikingo: ‘¿Por qué no me abrís?’. Y él responde: ‘Vos ya sabés que yo no los puedo interrumpir'».