Este sábado 23 de marzo, Villareal festejó sus 100 años de vida en un partido de leyendas, que contó con la presencia de Juan Román Riquelme. Tras el amistoso contra España, el ídolo de Boca y del Submarino Amarillo habló con la prensa y agradeció la ovación que vivió en el Estadio de la Cerámica. El enganche compartió equipo con Martín Palermo.
«Lo hemos pasado muy lindo y creo que la gente también», comenzó Román con el buzo de entrenamiento de los Groguets, ante los periodistas españoles. «Yo tuve la suerte de llegar a Villarreal en 2003, así que han pasado 20 años. Es grandioso llegar a esta ciudad y que te traten con tanto cariño, es parte de mi vida. Es la verdad», agregó.
Ante el adjetivo de leyenda y el amor de los hinchas, el exfutbolista contestó: «Yo no sé por qué, pero siempre es maravilloso recibir tanto cariño, de verdad que me hace muy feliz, ahora nos ha agarrado la pandemia, pero yo siempre trato e intentó pasar por todos los años, es mi obligación, tengo amigos, tengo mucha gente que quiero, tengo mi casa también acá. Villarreal es parte de mi vida y será así hasta el último día».
Consultado por sobre si el submarino amarillo le sirvió para reivindicarse en España, el hombre de Don Torcuato expresó: «Un año en el Barsa, el cual ha pasado muy rápido, momento de lesiones, media complicada la temporada esa en Barcelona y después tuve la suerte de llegar a este club donde me han tratado muy bien, me han hecho disfrutar de jugar al fútbol».
El partido de Juan Román Riquelme
El actual vicepresidente del Xeneize fue el último en aparecer en el terreno de juego durante la presentación de la formación. Cuando su nombre salió de los parlantes del estadio de la Cerámica los hinchas no tardaron un segundo en comenzar a ovacionarlo. El enganche jugó 63 minutos y con su control y pases en profundidad demostró que mantiene la magia intacta.