Jugar en River, en Boca y en la Selección Argentina no es para muchos. Son privilegiados y escasos los futbolistas que se dieron el gusto de vestir la camiseta de los dos equipos más grandes de Argentina y además del seleccionado nacional. Uno de ellos, que fue campeón con River, quedó más identificado con Boca. Tanto, que hasta al volver a La Bombonera con su hija, se puso a llorar.
«¿Del Mundo Boca? Se extraña todo», le dijo Jesús Méndez a Mundo Boca Radio. El exmediocampista del Xeneize, que supo jugar 36 partidos en el Xeneize entre 2010 y 2014, se retiró de la actividad profesional en 2020 y hoy sigue todo desde afuera, aunque despegado del día a día. «Hoy en día no miro mucho fútbol, después que dejé de jugar hace cuatro años».
La emoción de Jesús Méndez en Boca
Méndez inició su carrera en River, donde hizo inferiores y debutó en 2004, aunque no pudo afianzarse. Pese a que festejó dos títulos de liga, apenas disputó 10 partidos. Luego, la rompió en Rosario Central y eso le permitió llegar a Boca, donde si bien tampoco logró ser figura, se identificó con el equipo. «Hace poco fuimos con mi hija a la cancha y no aguanté, me tuve que contener, porque ver la gente, el partido, me daban ganas de llorar», confesó Méndez.
«Dije: ‘que locura, yo jugué acá’. No lo podía creer. Viendo a mi hija estaba muy feliz, se hizo fanática de Boca, preguntándome si yo jugué en esa cancha. Son lindos recuerdos de mi carrera, gracias a Dios he jugado en lindos equipos”, manifestó Méndez, recordando aquella etapa como jugador de Boca, en la que no pudo celebrar ningún título, pero igual lo disfrutó.
Jesús se destacó tanto en su paso por Central y su llegada a Boca que Diego Maradona lo convocó a la Selección Argentina para disputar algunos amistosos con la selección local que había conformado el Diego pensando en el Mundial de Sudáfrica 2010. Méndez se dio todos los gustos: jugó en River, fue campeón en el Millonario y lo dirigió Maradona en Argentina. Pero su mayor emoción está en la cancha de Boca.