Connect with us

Hola, qué estás buscando?

VIDA Y ESTILO

«Vin chaud»: los vinos para Navidad que más perduran en una noche especial

Arraigado en Europa, es un elemento ideal para una fiesta muy querida, enmarcada por el clima frío, que invita a disfrutar del hogar.

Vinos para Navidad

Europa es cuna de tradición de Occidente, sienta bases sólidas con su historia, que se plasma en las costumbres arraigadas en el corazón de sus habitantes. Es el caso del vin chaud, que es uno de los Vinos para Navidad más elegidos. Un elemento ideal para una fiesta muy querida, enmarcada por el clima frío, que invita a disfrutar del hogar, un buen descanso frente a la chimenea humeante, acompañados de un buen vino o licor.

Llega el mes de diciembre, Europa se viste de fiesta. El receso invernal para celebrar a pleno las fiestas de fin de año se hace sentir en cada rincón. El vino caliente especiado es una excelente opción, en Francia es el “vin chaud” (o vino caliente espaciado), y en Alemania se lo conoce como Glühwein, presente en todos los mercados navideños. Su aroma nos remite a un bosque, donde las hierbas dan paso al dulce aroma de las especias. Este perfume marca la Navidad.

Vinos de Navidad

Los vinos para Navidad y los orígenes de los mercados

Para ver sus orígenes tenemos que remontarnos a la baja Edad Media, más precisamente al año 1434, a Dresde, Alemania, porque fue allí donde surgió esta idea de mercados navideños. Eran llamados «christkindlmarkt» (mercados de Cristo Niño), que reunía a los habitantes locales para adquirir productos locales, artesanías, juguetes, alimentos, bebidas y una larga lista de etcéteras.

Las decoraciones navideñas también formaban parte del portfolio, donde los artículos religiosos, belenes y guirnaldas hacían la delicia de grandes y chicos. Pronto esta idea se propagó por Europa. Austria, Francia y Suiza, los adoptaron y hasta el día de hoy continúan la tradición. El espíritu comunitario y la unión familiar eran los valores que aglutinaban el clima navideño.

Se lo sirve en cuencos que ayudan a mantener el calor como tazas de cerámica o de barro, ideales para ambientes abiertos, dándoles un toque rústico y pintoresco. Incluso, el que pasea por los mercadillos puede comprarlas y guardarlas como recuerdo de la Navidad. Si el escenario es un bar o un restaurante, el vino caliente especiado suele servirse en copas de vidrio resistentes al calor, permitiendo que se vea su color, agregando un atractivo más.

Otra opción son las jarras o mugs, que se caracterizan por su informalidad, pues al tener asas pueden facilitar el traslado, ideales para recorrer las ferias. ¿Por qué no echar mano de un buen vaso térmico o de acero inoxidable ideal para los climas gélidos?

El vino dulce especiado

El vino dulce especiado suele estar acompañado de una rodaja de naranja o limón a modo de adorno, o bien con un trozo de canela y una flor de clavos de olor, reforzando su aroma. Los frutos secos y las galletas dulces son otras de las opciones valederas como también lo son las galletas de jenjibre, las castañas asadas y otros dulces navideños.

El aroma reconfortante de las especias tiene un estrecho significado con el placer y el descanso. Por ejemplo, el clavo de olor es muy usado para aliviar la congestión, una patología muy común que se relaciona con el frío, y la canela está ligada a la calidez y protección invernal. No hay nada como un buen potpurrí de naranjas y canela.

La base es el vino tinto, con su aporte de notas frutales profundas como las cerezas, ciruelas y las salvajes frambuesas. Al calentarlo es donde los aromas se abren y las notas dulces emergen. Como opción para los innovadores está la de añadirle un destilado como licor, brandy o ron, que le brindan un toque más suave, apaisado.

Dulce y picante, con notas de clavo de olor, canela y nuez moscada, semejante descripción no puede menos que remitirnos a la de un perfume. Así sería el aroma a Navidad, una conjunción de sensaciones que se conjugan con el perfume cítrico de la naranja, en algunos casos limón, brindando un perfecto equilibrio entre acidez y dulzor. En algunos casos está aderezado con manzanas o peras, con miel o azúcar que conforman un delicado almíbar. Una especie de villancico en versión líquida.

Vinos para Navidad

Recetas para ensayar

Verter el vino tinto en una cacerola grande y calentarla a fuego lento. No debe hervir, porque al hacerlo podría evaporarse el alcohol alterando su sabor. Se agregan las especias: canela, clavos de olor, anís estrellado y cáscara de naranja. Se puede incorporar nuez moscada y cardamomo.

Agregar a la mezcla azúcar y miel a gusto, mezclando para que se disuelva en el preparado. Exprimir el jugo de una rodaja de naranja e incorporarlo a la mezcla. También se puede reforzar con un toque de brandy o ron. Calentar a fuego bajo durante 15 a 20 minutos. Colar y … “¡Voilá!”. Está listo para disfrutar.