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ECONOMÍA

El Banco Central continúa sangrando reservas y el Gobierno nacional envía una señal sobre la continuidad del crawling peg

En medio de presiones cambiarias, el Tesoro busca calmar al mercado con bonos atados al dólar.

Banco Central
La medida fue oficializada a través de la Comunicación "A" 8181, firmada por Santiago Bausili, y amplía el acceso financiero de este grupo etario.

El Banco Central sumó ayer su séptima jornada consecutiva con ventas netas de divisas, en un contexto de incertidumbre sobre el rumbo cambiario y la continuidad del crawling peg del 1% mensual. En este escenario, el Gobierno nacional decidió enviar una señal concreta al mercado: el Tesoro colocó dos bonos atados al dólar oficial, con vencimientos en junio y enero, para reforzar la idea de que no está prevista una devaluación brusca.

La estrategia oficial apunta a reforzar la previsibilidad y sostener el ritmo de ajuste pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en un momento donde resurgen presiones sobre el tipo de cambio paralelo y los operadores especulan con una aceleración del crawling peg o un cambio de régimen.

Una jugada para blindar la estrategia cambiaria

El mensaje político detrás de la colocación es claro: el Gobierno no solo sostiene su compromiso con el programa monetario, sino que se alinea con las metas del FMI sin sacrificar su hoja de ruta. Ofrecer un bono dólar linked implica, de hecho, que una devaluación brusca perjudicaría al propio Estado argentino, que debería asumir una mayor erogación en pesos para saldar el capital de esos títulos. En otras palabras, el Ejecutivo se está atando a su propio esquema.

Desde el oficialismo entienden que mostrar señales firmes en esta etapa es clave para despejar dudas. Las especulaciones se intensificaron en las últimas semanas y tuvieron impacto en los mercados: el dólar libre, que había bajado hasta los $1.255, rebotó hasta $1.295; mientras tanto, los dólares financieros se mantienen cerca del umbral de los $1.300. La semana pasada, el Central intervino justamente para evitar que se perforara ese techo.

Siete días de ventas y una señal de alerta

Ayer, el BCRA cerró la jornada con un saldo vendedor de USD 109 millones. De esta forma, acumula un drenaje de USD 1.300 millones desde que comenzó esta secuencia de ventas. Solo en marzo, el resultado cambiario arroja un rojo de USD 668 millones.

Según la consultora Wise Capital, “de no revertirse esta tendencia, el actual mes marcará la peor performance del actual gobierno en materia de compra/venta de divisas”. Las reservas internacionales brutas cayeron a USD 26.441 millones, el nivel más bajo desde septiembre de 2024.

La situación prende luces amarillas, pero desde el equipo económico descartan una modificación del crawling peg por el momento. El economista Fernando Marull sostuvo que el problema reside en las dudas del mercado: “Esto hace que los exportadores demoren la liquidación. Hasta que esa incógnita se despeje, seguiremos viendo intervenciones”.

Expectativa por el acuerdo con el FMI

Desde Washington, voceros del FMI aseguraron que las negociaciones con Argentina están “avanzadas”, tras una nueva ronda entre el staff técnico y el directorio del organismo. El mercado espera con atención la letra chica del nuevo programa, especialmente en lo referido al volumen del próximo desembolso y los términos para reforzar las reservas del BCRA.

Entre los puntos clave se encuentra la continuidad del crawling peg. Aunque el Gobierno insiste en sostener el 1% mensual, en el mercado creen que será difícil mantenerlo por mucho tiempo. También se pone en duda la continuidad del esquema conocido como dólar blend, que permite que el 20% de la liquidación de exportaciones se realice a través del contado con liquidación, lo cual mejora el tipo de cambio para el agro pero reduce la acumulación de divisas en el Central.

El FMI ya expresó su postura sobre esta cuestión: considera que el incentivo debe recortarse si se pretende fortalecer genuinamente las reservas. Un nuevo programa no solo implicaría un refuerzo por parte del organismo, sino también compromisos más exigentes para el propio Gobierno.

Un balance de reservas en disputa

Desde el inicio del mandato de Javier Milei en diciembre de 2023 hasta mediados de marzo de 2025, el Banco Central logró comprar USD 24.000 millones. Sin embargo, solo logró retener USD 6.500 millones, lo que representa el 30% del total. El resto se destinó al cumplimiento de compromisos externos del Estado.

Según las últimas versiones, el paquete financiero en negociación incluiría USD 8.000 millones para reforzar reservas, además de otros USD 14.000 que se desembolsarían gradualmente. Esto permitiría encarar los vencimientos del acuerdo anterior sin comprometer la estabilidad.

Por ahora, la señal del Tesoro con los bonos dólar linked busca reforzar la idea de continuidad y alejar el fantasma de una devaluación abrupta. El mensaje es doble: el Gobierno no cambiará el rumbo, y si lo hiciera, también asumiría el costo.