En el Gobierno nacional hay una fuerte interna que data desde hace varios meses. La implosión comenzó luego de la derrota en las elecciones legislativas del 2021. La nueva contienda dentro del oficialismo se dio por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La renuncia de Máximo Kirchner al bloque del Frente de Todos en diputados convulsionó todo. Ahora, desde el mismo partido aseguran que «no hay lugar para caprichos».
En el Frente de Todos quedaron expuestas la diferencias que hay dentro de la misma coalición. La interna salió a la luz luego de que Máximo Kirchner hiciera pública su disidencia con el Gobierno nacional sobre el principio de entendimiento con el Fondo Monetario Internacional. Además se sumó su renuncia a la jefatura del bloque en la cámara de diputados.
Muchas voces expresaron sus visiones sobre la ruptura. Las opiniones fueron diversas y marca la falta de unificación. Uno de los personajes más polémicos que tiene la Casa Rosada es Aníbal Fernández y apuntó contra Máximo Kirchner: «¿No te gusta? Esperemos a la próxima cuando vos seas presidente», expresó. Por otro lado habló otro ministro, el de Hábitat, Jorge Ferraresi. El funcionario sostuvo que «el debate y la tensión no le hace mal» al FdT.
El diputado oficialista, Jorge Valdés, también explicó su postura sobre las diferencias dentro del Gobierno: «Hay un chisporroteo pero nada grave. Me parece que podríamos conversar un poco y no tomar decisiones definitivas», aseveró. En este contexto, otros funcionarios y allegados al Frente de Todos, piden que se limen todas las asperezas para ayudar a la gobernabilidad de Alberto Fernández.
El ministro del Interior fue el primero en reclamar la tregua entre albertistas y kirchneristas: «No hay tiempo para internas ni para chiquilinadas. Hay que poner todo lo que tenemos que poner para resolver los problemas de la gente”, subrayó. En esa misma sintonía prosiguió Fernando «El Chino» Navarro: «No hay lugar para enojos y caprichos», culminó el secretario de Relaciones Parlamentarias.
