Si bien Boca pasó por su victoria en los penales, durante el tiempo reglamentario la cosa fue muy distinta. Racing fue superior en la gran mayoría de los aspectos del juego y hasta tuvo varias oportunidades para convertir. El pase del Xeneize a la final de la Copa de la Liga despertó una fuerte discusión en las redes sociales y hay opiniones de todo tipo, pero una frase generó comentarios: «Boca no estafó a nadie«
Antonio Serpa, periodista partidario del Xeneize, analizó lo sucedido en TyC Sports y destacó lo hecho por el equipo a pesar de todo. «Se escucha, se lee por ahí que Boca no mereció ganar, que fue ampliamente superado, que no pateó al arco. Puede ser verdad, pero todo eso viene después: lo primero es que Boca ganó, que fue superior en los penales, que ahí sí pateó al arco y acertó casi todo. Y es finalista de la Copa de la Liga», resaltó.
«Y Racing, el mejor equipo, el que más puntos sacó, el que tuvo nueve vallas invictas, el equipo récord en triunfos consecutivos, el que metió 30 goles (ninguno a Boca) se quedó afuera. A casita», se burló. Pero aclaró que Boca tuvo muchos problemas futbolísticos: «No tuvo funcionamiento, los centrales no achicaron para sostener una presión alta, el equipo nunca estuvo corto, nunca puso en aprietos a Racing».
«Boca no estafó a nadie»
El periodista comentó que no se debe dejar de lado que Boca siempre fue fuerte en las definiciones desde los doce pasos. «El fútbol tiene estas cosas. Establece que cuando hay empate en un partido que requiere un ganador, la historia se define por penales. Y en los penales, Boca tiene sus fortalezas. A Rossi, intimidante. A sus shoteadores casi infalibles (tranquilo, Toto, puede pasar)», manifestó.
«Boca no estafó a nadie, no hizo trampa, no cometió ninguna ilegalidad«, aclaró Serpa, tras el debate que se armó. Y aseguró: «A muchos les molestan las formas, pero son válidas. El que quiera llorar (sea de Racing o de otros equipos que quedaron afuera antes), que vaya a llorar. A una conferencia de prensa, a la cancha, a un estudio de radio o de tele, a la iglesia… Cada cual llora donde puede».
