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¿Quiere ser DT de Boca? Martín Palermo habló de su relación con Riquelme: «Es cuestión de hablar»

El máximo goleador histórico del Xeneize se refirió a su trato con el actual vicepresidente del club.

Martín Palermo
Foto: @Tuzos

Después de un tiempo, Martín Palermo rompió el silencio en «Líbero» (TyC Sports) y habló de todo. Incluso de su relación con Juan Román Riquelme, con quien tuvo varios conflictos en su última etapa como futbolista de Boca. Después de más de una década, el «Titán» se refirió a su trato con el actual vicepresidente y dejó la puerta abierta a trabajar junto a él en el club de la Ribera: «Es cuestión de hablar«.

Consultado por aquel festejo de gol separados en 2010, Martín dijo: «Desde ese momento del gol fue incómodo por no haberlo podido festejar con él o poder abrazarme con cada uno de ellos». «Teníamos distintas formas de pensar o no llegamos a tener una relación de amistad como la sigo teniendo con Guillermo, con Gustavo, con el Pato, con Cagna y ciertos jugadores que mantengo un contacto más fluido de encontrarnos, de vernos», agregó.

¿Cómo está la relación con Riquelme hoy? ¿Es posible generar algún consenso para verlos juntos en el fútbol de Boca? «Con él hoy por hoy si he tenido la posibilidad de volver a hablar por esto de pedirle jugadores para Aldosivi y lo más bien. En cuanto a trabajar con él, con Román es cuestión de hablar para saber si uno es compatible con el otro para poder trabajar juntos«, manifestó Palermo. ¿Se dará?

Maradona y Messi

Consultado por Maradona, Palermo fue claro: «Diego te moviliza su energía y su presencia. Yo no necesito ni que Diego me diga nada ni que me hable ni me aconseje, es Diego su figura y a mí ponerme en la cancha que por Diego dejó la vida». «Representaba para mí todo lo que me hizo vivir, desde mi llegada a Boca que fue un poco por él, por lo que había pedido y después todo lo que vivimos juntos. Es ese amor eterno que voy a seguir teniendo hacia el Diego como todo ser», explicó.

En cuanto a Messi, señaló: «Tenerlo de compañero y ver lo que hacía a una velocidad difícil de entender que la pelota la tenga tan pegada al pie. Y que se pueda sacar hombre de encima, definiera y te pueda dar un pase era increíble». «A los partidos íbamos juntos, el del lado de la ventanilla y yo del pasillo, aunque nunca llegamos a tener una conversación porque no salía de él porque era chico y yo también tenía mucho respeto por él y no me animaba a hablarle», sentenció.